REPORTAJE

Cuando decae el ejercicio de la solidaridad

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photo_camera Niños llegados de Chernobil a Galicia para sus vacaciones.

En los últimos años, el número de familias que acogen verano a niños llegados desde Rusia o el Sáhara ha descendido en la provincia, una situación que, según los responsables, viene motivada por la crisis

El número de familias ourensanas que acogen niños llegados desde países con dificultades durante el verano ha descendido drásticamente. Con la llegada del buen tiempo, era habitual, en villas y en la propia capital, la presencia de numerosos pequeños que abandonaban durante un par de meses sus lugares de origen -principalmente zonas de conflicto-para disfrutar de unas vacaciones diferentes en Ourense. Pero con el paso del tiempo y, en buena parte, por culpa de la crisis económica, las cifras han caído irremediablemente.

Así lo confirma América López, vicepresidenta de la Asociación Solidaridad Gallega con el Pueblo Saharaui en Ourense, que achaca el descenso de acogidas a la bajada de financiación por parte de los ayuntamientos, si bien es algo que no ocurre sólo en la provincia, sino "a nivel general de todo España". Aunque la aportación del Concello de Ourense "se mantiene", tanto la burocracia como los gastos de viaje se han incrementado, lo que los obliga a reducir el número de niños. "Familias que quieran acoger sí se consiguen", por lo que la falta de solidaridad no sería el problema y, de hecho, "algunas participan desde el inicio del programa", asegura América López. Pero la realidad es que de los 40 niños que llegó a recibir Ourense, tanto el año pasado como éste la cifra no supera los 14. Además del descenso de familias han variado también las edades de los beneficiarios. Antes, desde los campamentos de refugiados de Tinduf viajaban a partir de los siete años y ahora, "no pueden salir antes de los nueve".

La situación no sólo afecta a los pequeños saharauis, sino que la asociación Ledicia Cativa ha visto mermada su presencia en Ourense en los últimos años. En su caso, mantienen las cifras de entre 65 y 75 niños originarios de una zona próxima a Chernobil con las que iniciaron el programa hace ya 20 años. La diferencia, en esta ocasión, es que "antes as familias de Ourense representaban o 80% da acollida", de modo que "chegou a haber 37 ou 40 familias en toda a provincia e este ano só temos seis", se lamenta el fundador de la asociación, José Manuel Borrajo.

"É unha pena, porque o programa naceu en Ourense e só na provincia levamos 400 acollidas", recuerda Borrajo, que achaca parte de culpa en el descenso de acogidas a la progresiva "despoboación". Pero todo cambió con la irrupción del cambio de ciclo en la economía global. La financiación prinicipal la aporta el Concello de Ourense, si bien "algunha vez tamén nos axudou a Deputación pero iso era cando os nenos ían a varios puntos da provincia, agora, en xeral, está todo máis focalizado na cidade".

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