El PP culpa a la inactividad del gobierno socialista anterior, y el PSOE urge la ejecución de proyectos aprobados hace un año
Falta de gestión; un proceso electoral que ralentizó, cuando no paró, los procesos de licitación y adjudicación de obras; temor, quizás, a una imputación judicial, de ahí reiterados informes técnicos discrepantes y el consiguiente levantamiento de reparos por el político, y un presupuesto prorrogado con partidas inversoras finalistas que, o bien se ejecutan antes del 31 de diciembre o se pierden, a la espera de unas nuevas cuentas -y ese ya es otro problema- que permitan reiniciar o acabar las obras.
Todas éstas o algunas, según los casos, son las causas del bloqueo que padecen numerosas obras del Plan municipal de Inversiones, que aprobó el gobierno socialista anterior a finales de 2014, con el apoyo del PP, y que sólo se ha podido ejecutar en parte. Salieron adelante, y no todas, las pequeñas reformas en las parroquias del rural, las que se rigen por un sistema de adjudicación directa al ser de menor cuantía; es el caso del arreglo de viales en pueblos como Castro de Beiro o Palmés, cuyo remate, además, urgía porque se acababa el plazo impuesto por la subvención de la Consellería de Medio Rural.
Pero quedan pendientes obras importantes y muy demandadas, que el gobierno local ha reactivado sobre el papel pero sin la certidumbre de que puedan iniciarse. José Araujo, el portavoz del PP, ha precisado que se puede ejecutar la calle Francisco Llorens (de acceso al nuevo edificio judicial), pero no ocurre así con la calle Concejo, cuya tramitación, recuerda Araujo, estuvo meses parada pendiente de una revisión del beneficio industrial (un asunto menor) por el gobierno socialista. Probablemente la adjudicación no pueda formalizarse hasta diciembre. Y es una infraestructura por la que claman los vecinos desde hace al menos 15 años (por el deterioro de la vía actual), presupuestada en el Plan de inversiones con 722.769 euros. Sí está aprobado el proyecto, ya por el gobierno anterior, para un vial que tendría aceras más anchas y firme de asfalto y cuya obra iba a comenzar en cuatro meses, dijo entonces la edil Juana Ageitos antes de finalizar el mandato socialista.
Ocurre lo mismo con la también reivindicada mejora de la pasarela sobre el río Barbaña, en la Alameda do Concello. Su pavimento, inseguro y peligroso, ocasiona caídas y tropezones, pero la mejora, presupuestada en algo más de 100.000 euros, seguirá esperando por el momento. Aunque el expediente se ha reactivado, eso no quiere decir que las obras comiencen en breve, también llevaban meses pendientes de la subsanación de un pequeño error similar al anterior.
Araujo niega una paralización del Plan de inversiones, pero reconoce el problema de inestabilidad financiera por el presupuesto prorrogado con el que trabaja este año el gobierno municipal. "Se o goberno anterior traballase non estariamos así", dijo ayer, días después de haber expuesto, motu propio, una detallada relación del estado de las obras en la junta de área de Infraestructuras, que preside.
Pero el portavoz socialistay edil de Hacienda en el gobierno anterior, José Ángel Vázquez Barquero, pide explicaciones sobre la segunda fase del Plan de Inversiones, esa que está casi sin abordar. Demanda gestión porque "hubo moita desbrozadora e limpeza pero de obras de envergadura, nada", se queja, afirmando que ya pidió en dos ocasiones un informe por escrito del interventor (en la junta de área de Economía e Facenda) a propósito de los reparos del técnico a algunos de los procedimientos.
El futuro y la ejecución del Plan de inversiones, dotado con 15,3 millones en sus dos fases -la primera, de 3,5 millones en pequeñas obras, muchas con subvención de la Xunta-, ha entrado, pues, de lleno en el rifirrafe político municipal. Porque a las críticas socialistas, Araújo responde criticando la "desidia" y "falla de gestión" del gobierno anterior que, a su juicio, debería "devolver os cartos dos últimos oito anos" en los que "mantivo parado co Concello"; especiamente, dice, en los últimos seis meses, "nos que a falla de actividade foi enorme".
En esa situación, el gobierno local del PP, que preside Jesús Vázquez Abad, busca ahora, mientras reactiva la tramitación administrativa de las obras, una solución jurídica que le permita saltarse el obstáculo de las partidas presupuestarias finalistas que bloquean el Plan. Y dice que trabaja ya en una medida que podría garantizar las obras y obviar la "paralización" que se produjo entre noviembre del año pasado, cuando se aprobó el Plan, y junio, cuando llegó el PP al gobierno local.
