Según el fiscal acompañó a la víctima, con demencia, al banco y se apoderó de 34.960 euros suyos

La cuidadora de una anciana, acusada de dejarla arruinada

La cuidadora acusada, Persina Conde Rodríguez, a la derecha, ayer en la Audiencia.  (Foto: XESÚS FARIÑAS)
La Audiencia de Ourense enjuició ayer a Persina Conde Rodríguez, una cuidadora que atendió entre agosto de 2009 y abril de 2010 a R.G.F. -una mujer dependiente y con demencia senil-, acusada por el fiscal de apoderarse de una suma de 34.960 euros de ésta tras acompañarla a distintas sucursales bancarias en las que la víctima realizó tres retiradas de dinero en efectivo.
El ministerio público, que solicitó para la encausada una pena de cinco años y medio de cárcel por un delito de estafa continuada -tres, alternativamente, por hurto-, entiende que Persina Conde, que conocía a la víctima desde 1984, dejó a R.G.F. 'prácticamente sin ahorros' y en una 'precaria situación económica' -con 860 euros en dos cuentas-.

Sostiene que, 'aprovechándose de su deterioro psíquico' y de que 'carecía de familiares directos cercanos tras la muerte de su marido', llevó a R.G.F. en dos ocasiones en 2009 a una entidad de la antigua Caixa Galicia, en la que se efectuaron sendas retiradas de 2.000 y 3.000 euros, que habrían ido a parar al 'patrimonio de la acusada'. Asimismo, en febrero de 2010, Persina Conde habría 'sugestionado' a la víctima, al igual que en las ocasiones anteriores, para que accediese a ir a otra sucursal, en este caso de Banesto. Tras llevarla en silla de ruedas -debido a su deteriorado estado de salud- hasta una oficina de esta firma bancaria, retiraron 29.960 euros, que también irían a parar al patrimonio de la cuidadora.

Persina Conde reconoció haber acompañado a R.G.F. a las sucursales, 'ao igual que á peluquería ou a tomar café', pero negó haberse quedado con su dinero. 'Iba con ela ó banco, e quedábame atrás, non sei se metía ou quitaba diñeiro. Era dueña e señora e estaba capacitada para facer o que quería', sostuvo.

Tres médicos que declararon en el juicio argumentaron que R.G.F. padecía un deterioro cognitivo 'moderado' desde el año 2008 y que precisaba atención continua las 24 horas.

La acusación particular personada en la causa -representa a los familiares de la víctima-, que acusa por un delito de apropiación indebida y otro de maltrato a Persina Conde, aseguró que la cuidadora le infligía malos tratos, 'ofreciéndole vino por una pajita' y que, desde que la acusada se hizo cargo de ella, tenía llagas.

La defensa solicitó la libre absolución de la procesada.

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