José Luis Grande, topógrafo ourensano en Arabia Saudí

"Debo dar gracias por estar trabajando en lo mío, aunque tenga que ser en Arabia Saudí"

A comienzos de 2012, un consorcio de empresas españolas logró obtener la concesión de las obras de construcción de la línea de ferrocarril de alta velocidad de Arabia Saudí, que unirá las ciudades de La Meca y Medina, en el que fue el concurso de obra civil de mayor valor ganado por empresas nacionales en el extranjero.

Dentro de la plantilla de la constructora OHL, una de las firmas que integra el consorcio, se encuentra el topógrafo José Luis Grande, el único ourensano en el proyecto, ya acostumbrado a trabajar muy lejos de su tierra.

¿En qué consiste el proyecto en el que está trabajando?
Este proyecto en el que estamos trabajando, llamado Haramain, pretende instalar una red ferroviaria de alta velocidad, similar a la que tenemos en España, entre los dos puntos más importantes de la fe islámica. El tramo de vía que fue asignado a OHL ronda los 120 kilómetros de recorrido, del que habremos terminado ya el 30%.

¿En qué consiste exactamente su aportación en el proyecto Haramain?
El equipo de topografía lo constituimos un jefe de departamento más cinco topógrafos, al que se suma otro equipo más de una empresa externa. En conjunto, podríamos decir que el equipo está formado por unas 12 ó 13 personas, todos españoles; el personal que se encarga de la parte técnica viene todo de España, a excepción de algún ingeniero que procede de Paquistán. Como topógrafo, yo trabajo con mis compañeros marcando direcciones, midiendo terreno o señalando replanteos de vía.

¿Cuál es la importancia de la llegada de este tren?
Para el pueblo musulmán será un gran acontecimiento, ya que se trata de dos lugares que reciben miles de personas todos los años. Las comunicaciones que había en Arabia Saudí eran bastante precarias, y este tren facilitará el transporte a los peregrinos que viajen a La Meca y Medina que, por tratarse de ciudades santas para los musulmanes, reciben todos los años, e incluso todos los días, a muchísima gente. Podría decirse que la creación de esta línea de tren está destinada principalmente a este fin.

Usted desarrolla gran parte de su trabajo en el desierto. ¿Es muy duro soportar el calor?
Hay días mejores y otros peores. El calor es muy intenso, y personalmente es lo que peor llevo. A pesar de que estamos en invierno, las temperaturas pueden alcanzar los 35 grados y se supone que a partir de ahora subirán todavía más. Nuestra jornada comienza a las siete de la mañana y termina a las cinco de la tarde, con un descanso de hora y media para comer, pero se está barajando la posibilidad de empezar a trabajar por la noche cuando se empiece a acercar el verano.

¿Y más allá del calor?
Uno de los problemas más incómodos con el que nos encontramos en el desierto son las tormentas de arena, que son muy intensas en la zona en la que estamos nosotros y nos obligan a trabajar siempre en manga larga y con un pañuelo en la cabeza. Si son excesivamente fuertes, nos vemos obligados a suspender los trabajos, porque esa arena puede llegar a hacer mucho daño cuando el viento sopla demasiado.

¿Es muy distinto el día a día árabe al español?
Te tienes que acostumbrar a algunos hábitos que no tenemos en España. Los árabes usan mucho picante en su cocina, pero menos mal que contamos en nuestra base con un cocinero marroquí que ha trabajado un tiempo en España y que nos prepara platos algo más parecidos a los nuestros. No obstante, hay una gran influencia estadounidense en la gastronomía, ya que también están presentes las grandes empresas de comida rápida que todos conocemos, además de puntos de venta de pollo y arroz. Por otro lado, se respetan los cinco rezos diarios que establece el Islam, durante los cuales sólo seguimos trabajando los españoles y algunos de los obreros hindúes que están contratados, pero la gran mayoría de la mano de obra es musulmana, ya que viene de Paquistán en su mayoría, y tenemos algunos filipinos, y siempre tienen que respetar estas oraciones, que duran entre 15 y 20 minutos.

Ha tenido que tomar la difícil decisión de marcharse a trabajar a Arabia Saudí, muy lejos de su ciudad. ¿Cree que es la única vía de tener un empleo de lo suyo?
Todo el mundo sabe cómo se encuentra el sector de la construcción en España, y yo doy gracias por poder estar trabajando, aunque tenga que ser tan lejos de casa, al igual que las dan muchos de mis compañeros. Antes de viajar a Arabia Saudí el pasado mes de diciembre, ya trabajé en un proyecto similar en Argelia, con lo que, de igual modo, seré receptivo a marcharme de nuevo al extranjero si me surge otra oportunidad una vez termine el contrato, aunque según lo previsto en los plazos, estaré en Arabia Saudí durante dos o tres años más, hasta bien avanzado 2017.

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