Defenderse del calor en Ourense: desde 15 a 300 mil euros

Los ourensanos para afrontar el calor deben rascar el bolsillo, y los negocios, más todavía. Aunque el precio medio de un ventilador en la ciudad ronda los 15 euros, en tiendas como Bermello, hay que tener en cuenta el coste de la luz, por muy poco que consuman. El mes pasado de julio el precio de la factura regulada PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) se situaba en 59,64 euros, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). La tendencia en la ciudad gira en torno a medidas duraderas que palíen los efectos de las altas temperaturas cuanto antes, y no dejen huella en la factura de la luz, aunque el desembolso inicial sea costoso. “La clave está en un buen aislamiento”, así lo resume Leonardo Llamas, arquitecto experto en eficiencia energética y Premio Especial de Sostenibilidad de la Xunta en 2022. “Tanto en el exterior de las viviendas, como el interior; con control solar externo, instalando ventanas de calidad para evitar que se cuele el aire y aislando el paramento”. En lugar de persianas, el experto recomienda toldos exteriores o estores, porque “las cajas de las persianas suelen causar filtraciones”. Un toldo, 350 euros La protección con toldos exteriores (de manivela) para un apartamento de 70 m², con cuatro ventanas de doble hoja, asciende a los 1.500 euros, confirma una vecina de O Couto que los instaló en junio. La lista de espera media es de un mes desde la aceptación del presupuesto. En el caso de los locales comerciales, en Toldos Ourense el más vendido este verano fue “un toldo de manivela de 4 x 2,5 metros con un coste de 723 euros más IVA”, según apunta su gerente, José Manuel Rodríguez. La duración de cada uno es de siete u ocho años. Si se quiere automatizado, el coste es superior. El responsable remarca la importancia de estos dispositivos durante el verano: “Los toldos verticales microperforados son los más óptimos para reducir el calor, pueden quitar hasta un 96% de la temperatura en el interior de la casa”. Por otra parte, el precio de las ventanas de PVC, el material que mejor aislamiento garantiza, se sitúa entre los 150 y los 600 euros, dependiendo de si está recubierta de otros materiales como madera (más cara) o no, y el tamaño. Aire acondicionado Leonardo Llamas indica que las medidas de hermetización no son suficientes en los momentos de más calor: “Habría que seguir utilizando el aire acondicionado, pero solo sería necesario en las horas más duras del día”. Marcos Rodríguez, responsable de Aires Acondicionados Ourense, afirma que entre 2021 y 2022 la venta de estos dispositivos se disparó “un 70%”. A nivel provincial, “los datos superaron el 50%”. Si bien el verano pasado fue mucho más caluroso que este, “en pico de demandas tenemos una lista de espera de 15 días”. Rodríguez afirma que, actualmente, el precio de la instalación de un aire acondicionado “de gama media” ronda los 700 euros. “Tiene un coste de 400 euros al que habría que sumarle unos 300 de instalación”. El gerente asegura que la empresa tiene una “gran capacidad”, por lo que el plazo de espera es de una semana. El volumen de trabajo es considerable: “Un instalador coloca cuatro aparatos al día”, señala Rodríguez. Aislar la fachada Mientras, algunas comunidades de vecinos deciden reacondicionar los edificios contra las temperaturas extremas porque “permite ahorro energético y protege tanto del frío como del calor”, indica Daniel López, responsable de López y Noya Urbanismo. López enumera “dos grandes soluciones” para el aislamiento: “El sistema anclado (SATE) y la fachada ventilada de aluminio”. De esta última, pone como ejemplo un edificio cerca de la intersección de Valle Inclán con la avenida de la Habana: “Pusieron aluminio en el exterior de color blanco, lleva una cámara de aire que la separa del edificio. Ese aire está frío y hace que el cemento no se caliente”. El precio ronda los “120 euros/m2”. El SATE se adhiere al exterior del bloque, se atornilla y se pinta, es más económico y “cuesta sobre 70 euros/m2”. Por su parte, Llamas afirma que, dependiendo del tamaño de la construcción, “remodelar la fachada cuesta entre 200.000 y 300.000 euros”, pero existe una subvención de la Xunta que cubre hasta el 80por ciento del importe.