DEMOGRAFIA

Las defunciones duplican a los nacimientos en los últimos 10 años

photo_camera La población de más de 60 años en la provincia representa un 36,4% del total, con más 117.000 personas.

El movimiento natural de la población, con una caída sostenida de la natalidad, provoca un constante envejecimiento que sitúa a la provincia como la segunda de España con mayor déficit de renovación y la segunda también en edad media 

Durante el año 2014 se registraron en la provincia de Ourense 1.885 nacimientos y 4.398 defunciones, según el avance de la estadística de movimiento natural de la población que publicó el INE a finales de junio. Las cifras constatan la tendencia que desde las décadas finales del pasado siglo define la demografía ourensana: el envejecimiento de la población. Esta dinámica provoca el doble efecto que subrayan los datos: una caída sostenida de la natalidad y el descenso de la población.

Ateniéndonos a los registros del INE, no estamos peor que hace diez años. En 2005, la relación era 2,45 muertes por cada nacimiento; en 2014, 2,37. Durante el último período de diez años anotado en las estadísticas, hubo 19.915 nacimientos y 46.262 defunciones: una relación de 2,32.

En ese lapso, la población de la provincia ha descendido de los 334.415 habitantes (2005) a los actuales 318.739, un 4,6%. Es decir, Ourense ha perdido 15.676 habitantes, pero el movimiento natural de la población ha sido más costoso.

Aunque la provincia resiste la terrible crisis demográfica que señala el movimiento natural de la población recibiendo contingentes de no nacidos en Ourense, hay dos datos que advierten de la gravedad de la situación: a pesar de que el conjunto de la población cayó menos de un 5 por ciento desde el 2005, el grupo de personas entre los 25 y 35 años de edad se redujo, en ese mismo período, casi un 18%. Además, en Ourense residen en la actualidad un 40% menos de españoles de los que aquí nacieron.

Según un reciente informe del Senado, este balance migratorio afecta a 36 provincias españolas, en las que reside un número de españoles inferior al total de que los que en ellas nacieron y aún viven. Pero es que el caso de Ourense es uno de los más extremos. Sólo Soria (46%), Cuenca (44%) y Zamora (43%) presentan peor balance.

La reducción del segmento de población joven tiene evidentes consecuencias para la fecundidad -la tasa general en la provincia se mantiene desde 1993 por debajo de los 30 hijos por cada 1.000 mujeres, lejos de la media estatal- y la natalidad. Y también tiene un fuerte impacto económico, empezando por las tasas de nupcialidad y la creación de nuevos hogares.

Por el lado de los mayores, el segmento de población de más de 60 años pasó de representar el 33,5% del total en el 2005, al 36,4% actual. La población de más de 75 años aumentó casi en un 15% en estos años.

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