El corazón de la ciudad es verde y tiene las características para ofrecer un respiro de los coches, atascos y del paso frenético de aquellos de aquellos que hacen recados o van a trabajar. El parque de Barbaña es ese espacio con posibilidades, sin embargo la dejadez municipal y el descuido absoluto de sus inmediaciones convierten lo que podría ser un espacio para la familia y el deporte, en una zona accesible únicamente a plena luz del día y no siempre.
Concretamente, sus pistas y canchas deportivas podrían ser la opción a tener en cuenta para ir a echar unas canastas o jugar un partido de fútbol entre amigos, sin embargo ni están cubiertas ni disponen de iluminación, por lo que en invierno su uso queda casi suspendido, ya que no se pueden utilizar con lluvia ni a partir de las 19,00 horas, cuando anochece.
Rocío Díaz, la presidenta de la asociación de vecinos Parque Barbaña, afirma que "las pistas están en un estado que cuando llueve, la gente patina en ellas y provoca una situación peligrosa". También indica que las pistas más cercanas a la avenida de Portugal "están en un estado que cuando llueve se genera lodo y no es la primera vez que alguien se rompe la muñeca", explica.
Además, señala que la disposición de las canastas y las porterías son erróneas: "Están puestas para que los jugadores tiren la canasta hacia la carretera, con lo cual siempre andan los balones en el medio de los coches, no sé como no hubo ya una desgracia".
Olvidado desde el principio
En una mirada panorámica, Rocío Díaz afirma que hace falta "una inminente limpieza, los árboles llevan años sin podarse y el parque sin limpiarse, pero de esto no se acuerda nadie". Desde la asociación vecinal, explica que en numerosas ocasiones se han sentado a dialogar por la mejoría de las condiciones del recinto pero "nunca tenemos noticias". "Acudimos a todos los gobiernos que han pasado por el ayuntamiento, pero el parque y las pistas, nunca importan", dice.
Pocas luces en el Barbaña
La iluminación, tanto del parque como de las pistas y canchas, es otro de los asuntos que para los vecinos del Barbaña siguen en la lista de tareas pendientes de acondicionamiento que el gobierno municipal continúa ignorando. Díaz afirma que "no hay ni una sola luz en todas las inmediaciones". Todo queda en desuso una vez que anochece y añade que "no hacen nunca su trabajo y eso provoca situaciones marginales. En la parte de atrás del parque, hay un banco de piedra roto en el que se juntan jóvenes de noche y provocan ruido en todo el vecindario", explica la portavoz vecinal.
