DELITOS

Los delitos juveniles en Ourense: más violencia doméstica, robos y abusos sexuales

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photo_camera De media, semanalmente se pone un joven detenido a disposición del fiscal de guardia de menores.

Se detienen hasta siete menores al mes, en un auge de la delincuencia que se refleja en las sentencias: en 2017, el triple que en 2016

La delincuencia juvenil aumentó estos últimos años. Al mes, los efectivos policiales proceden a la detención de entre cinco y siete adolescentes. La última memoria del Ministerio Público (con datos del 2017) confirma que ese fue el ejercicio más intenso para la Fiscalía de Menores de los últimos cuatro años.

Durante el pasado año, se contabilizaron 341 infracciones penales cometidas por jóvenes, lo que implica un incremento del 12,6% con respecto a 2016. En cuanto a los delitos leves, hubo 66 (39 un año antes). No obstante, en 2011 y 2012, con una base de datos menos depurada,se superó el medio millar. De las 341 diligencias preliminares incoadas, 45 fueron archivadas porque los delitos fueron cometidos por menores de 14 años. Por debajo de esa edad son inimputables y tan sólo cabría exigir responsabilidad civil a sus padres o tutores.

El repunte también se centra en alguno de los tipos delictivos más graves, si bien no se registraron muertes violentas (ni tentativas). Los delitos sexuales cometidos por menores repuntaron, sobre todo los abusos: se realizaron tres investigaciones vinculadas a agresiones sexuales  y otras seis por supuestos abusos. El libre acceso a la información es clave,  según valoran fuentes judiciales, y debería acotarse. En caso de los delitos de robo con intimidación se llegaron a duplicar: 11 casos frente a los seis del año anterior.

En la provincia, al igual que en el global de España, los casos de lesiones son los más frecuentes –75 expedientes–. La mayoría, según el fiscal de Menores, José Ucha, "se producen en lugares de ocio y en los recintos escolares y pueden considerarse como agresiones menos graves (delito 147 del Código Penal)".

Tras los hurtos (54), el tercer delito más presente entre los menores es la violencia doméstica intrafamiliar ejercida por los menores sobre sus padres y hermanos. En el año 2017, se contabilizaron 33 casos frente a los 26 del año precedente. Pero, además, según recalca el fiscal, la violencia  filioparental aumenta un año tras otro. "La denuncia de los padres es el último recurso ante una situación familiar límite y la convivencia imposible", destaca. Estos datos esbozan -añade- "la inexistencia en mucho de los casos de un previo trabajo por parte de los servicios de Atención Primaria y de las instituciones educativas y de protección de menores", sin olvidar el fracaso de un modelo un modelo educativo parental fracasado. En muchos casos se objetivan también como factores desencadenantes el consumo abusivo de sustancias estupefacientes y trastornos graves de comportamiento.

Asimismo, hubo más delitos contra la salud pública (nueve expedientes de reforma incoados frente a los seis de 2016). Todos ellos alusivos a hachís y marihuana en cantidades poco relevantes. A nivel policial, se constató "un aumento desproporcionado" -destaca el fiscal- de las actas de intervención de sustancias a menores, lo que revela "un mayor consumo entre la población juvenil ourensana".

Las denuncias por acoso escolar fueron cinco, por delitos contra la integridad moral.  El "bullying"en Ourense se circunscribe a delitos leves de lesiones, amenazas o coacciones.


Condenas


Esta actividad delictiva se tradujo en 146 sentencias por parte del Juzgado de Menores (en 2016 fueron 50). En 18 casos el fallo fue absolutorio y 127 condenatorio (114 de conformidad).

Esas sentencias se tradujeron en 20 internamientos (15 en régimen semiabierto, uno en régimen abierto y cuatro terapéuticos), además de nueve medidas de permanencia de fin de semana. También se impusieron  53 medidas de libertad vigilada.


"Necesitan cariño, aprecio y tiempo de sus familias"


El aumento de los problemas judiciales de los menores  viene derivado, según la Fundación Amigos de Galicia,de la convivencia en familias desestructuradas. "Los menores son un colectivo muy vulnerable que necesita tener sus necesidades básicas cubiertas, así como sentir aprecio y cariño por parte de sus familias y que los tutores les dediquen tiempo", asegura desde este colectivo. Por eso, añade, "cuanto estos factores se echan en falta en el día a día de los menores, sus faltas aumentan".

 Recuerda que el pasado año 428 jóvenes fueron condenados en Galicia.

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