Las tácticas de seducción y engaño del Santander con un cliente ha llevado a la Audiencia de Pontevedra a confirmar una sentencia de un juzgado de primera instancia de Vigo en un pleito contra ese banco en el que el letrado Arturo Castrillo defendió los intereses de una empresa familiar ourensana que había renunciado a pedir acciones del Popular. El fallo pone de manifiesto la mecánica “irregular y desleal”, con “ambigüedades” y “medias verdades”, de los empleados, siguiendo las directrices de sus superiores, para que el cliente desistiera de una renuncia de acciones por la quiebra del Popular. En este caso, la grabación de la conversación impidió que el demandante perdiera sus derechos a reclamar.
El empresario había aceptado una oferta del Banco Popular para acudir a la primera ampliación de capital. Recuperó lo invertido e incluso ganó dinero por lo que suscribió la segunda, pidiendo un crédito de 100 mil euros. Pero esta vez, a los pocos días, quedó sin inversión por la quiebra del Popular.
Unos años después y cuando ya era evidente que existían graves irregularidades en las cuentas presentadas a la CNMV por el Popular, recibió una llamada del Santander para que acudiese a la sede que centraliza a los afectados-Vigo-. Le ofrecieron unos bonos de fidelización por los que, a cambio de una rentabilidad dudosa, recuperaría sus 100.000 euros. A cambio tuvo que renunciar a reclamar el monto de la ampliación del Popular. A él no le interesaba esperar a que se le pagasen los bonos porque no solo se quedó sin el dinero sino que seguía pagando el crédito que pidió para acudir a la suscripción, de ahí que pidió un préstamo de otros 100.000€ que le iba a dar la misma rentabilidad que los bonos. En esta tesitura, ante la sospecha de que lo podrían engañar, grabó la conversación: le dicen que le van a dar el préstamo por el 100% de los 100.000 y con interés similar de entre el 1 y el 1,5% pero que no pueden firmar nada porque “arriba” no les dejan, pero que al cabo de 2 o 3 meses le darán el crédito. Al cabo de dos meses y cuando ya ha firmado la renuncia a la reclamación de las acciones le dan la noticia: el crédito se queda en 51.300 y el tipo de interés pasa del 1 al 3,5%. Nada de lo pactado
