El gobierno municipal trabaja con dos medidas en mente para poner coto al problema de los okupas en varios locales de la Plaza de Abastos número uno, según informó el portavoz de DO, Miguel Caride, avanzando que ya se ha presentado un escrito en el juzgado para poder desalojar a las personas allí instaladas, trabajando en paralelo en un proyecto de vallado de la zona para evitar que se repitan estos acontecimientos.
Además, el área de Infraestructuras ha detectado otro problema, dado que según dijo Miguel Caride, todavía hay tensión eléctrica en los cables allí instalados, lo que llevó al edil a alertar de que "pode haber un risco de electrocución, polo que estamos tomando medidas".
La asociación de comerciantes del mercado no ha escondido la preocupación por la degradación del entorno, acentuado por las continuas demoras en el proyecto para rehabilitar la Plaza de Abastos, pendiente todavía de la adjudicación de los trabajos y de la dirección de obra.
Desde el Concello confían en que el inicio de la reforma suponga el fin de este conflicto, pero al haberse dinamitado todos los plazos es obligado tomar medidas provisionales para que la zona vuelva a la normalidad. Peleas, trapicheo de drogas, incendios o violencia son algunos de los efectos que están provocando los okupas en el emblemático espacio.
