El desequilibrio en precios y plazas marca el aparcamiento en la ciudad

La búsqueda de una plaza de aparcamiento puede convertirse en ocasiones en un gran quebradero de cabeza para los conductores, especialmente en las ciudades. Ourense no es una excepción, con problemas crónicos a los que no termina de encontrar remedio y que supone, según el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, que un 85% de los vecinos vean insuficiente la oferta. Una de las soluciones para ofrecer alternativas a los conductores son los aparcamientos subterráneos, así como la regulación de determinadas plazas con la zona azul. Sin embargo, el resultado en la ciudad de As Burgas deja un claro desequilibrio tanto en precios como en oferta, con barrios todavía “castigados” sin un equipamiento que permita aliviar las calles. Las tarifas, por otro lado, tampoco son homogéneas y analizando el panorama actual, la hora de estacionamiento llega casi a triplicar la del parking más barato de Ourense, que es el Santa María Nai, junto al CHUO. CENTRO Como es lógico, es en el centro donde se concentra la mayor oferta al ser el barrio con más afluencia, con hasta ocho aparcamientos subterráneos que los conductores pueden utilizar, además de las casi 900 plazas de zona azul que existen en la urbe. La ordenanza que fija los precios de la ORA establece que para dejar el vehículo una hora es necesario pagar 70 céntimos, una cifra más baja que en cualquier parking bajo tierra. El problema, una estancia prolongada obliga a renovar periódicamente el ticket. La competencia en el centro provoca también una sensible variación de precios entre los parkings, con cantidades por ORA que oscilan entre los 1,3 euros de As Mercedes y los 2,16 euros del de la Alameda (aunque este reduce significativamente la tarifa a partir del minuto 61. El segundo más caro es el de Juan XXIII, con 1,86 euros por hora. BARRIOS Los problemas crecen al abandonar el centro y, salvo en A Ponte y Mariñamansa, donde han aliviado algo la situación con las aperturas de aparcamientos en la estación intermodal y junto al nuevo hospital, ambos con más de 300 plazas, en el resto de barrios son víctimas de proyectos fallidos, incluso aquellos más populosos. O Vinteún y O Couto son buena muestra de esto. En el primer caso, nunca salió adelante el proyecto para aprovechar las antiguas naves de Tabarés, mientras que en el segundo ha sido siempre un anhelo aprovechar la calle Dalí para habilitar un estacionamiento bajo tierra, aunque nunca ha pasado del papel. En San Francisco, por su parte, la idea en el Concello es aprovechar las calles Pena Trevinca y Coruña, una vez que la parcela de la estación de San Francisco fue adquirida por una empresa privada. Las dobles filas, vueltas interminables para encontrar una plaza es una imagen habitual cada día en los barrios ourensanos, así como utilizar “trucos” en zonas no permitidas junto al Barbaña o el Claustro de San Francisco. As Lagoas, a la espera de la futura sede de la Xunta La hoja de ruta del Concello de Ourense en materia de creación de plazas de aparcamiento tiene una parada clave en el barrio de As Lagoas, donde se ha proyectado bajo el solar de La Asunción un proyecto para 400 vehículos, que estará influenciado por cómo evolucione el plan de la Xunta de construir allí su sede unificada, para lo que ya adquiró parcelas por más de ocho millones y firmó un protocolo de actuación con el Concello. La construcción de un parking se antoja imprescindible, por tanto, para dar servicio tanto a los usuarios, a los vecinos de la futura urbanización que también se prevé allí y, en general, a todo el barrio. Por otro lado, también hay actuaciones en marcha para habilitar nuevos espacios para vehículos por parte del Gobierno gallego, que quiere construir aparcamientos disuasorios junto al acceso centro de la A-52 y en la zona termal de Quintela. Para ello, espera contar con la financiación de fondos Next Generation.