La familia del obrero fallecido y los cuatro heridos piden penas de prisión para cuatro técnicos acusados
Pocos días después de que 5.000 toneladas del viaducto en construcción sobre el río Arenteiro se desplomara, cobrándose la vida a un trabajador e hiriendo de gravedad a otros cuatro, en el juzgado que se hizo cargo de la investigación hubo voces agoreras que hablaban de una larga y compleja investigación judicial. Y no se llamaron a engaño.
El accidente en las obras de la línea del tren de alta velocidad de la línea Santiago de Compostela-Ourense, a su paso por Carballiño, llegará a juicio nueve años después. El Juzgado de lo Penal 1 de Ourense ya registró el procedimiento para juzgar a cuatro personas, todos ellos técnicos con responsabilidad en la dirección de obra de las empresas que ejecutaban la infraestructura ferroviaria: la UTE AVE Maside, integrada por FCC Construcción y Comsa SA, y BBR Pretensados y Técnicas Especiales SL, a la que se había subcontratado el empuje del tablero.
Las acusaciones particulares responsabilizan a l ingeniero Guillermo M.R., el jefe de obra Javier S.V., el técnico de seguridad Jesús P.S. y el topógrafo Bernardo S.M. de homicidio por imprudencia profesional, lesiones así como delitos contra los derechos de los trabajadores y a dos de ellos falsedad documental, con peticiones de prisión de hasta cuatro años y medio de cárcel para los tres primeros. Los letrados de las víctimas optan por la pena máxima para ellos respecto al homicidio imprudente porque, según sostienen, “fueron reiterados los delitos de infracción de las normas de prevención de riesgos laborales cometidos de forma dolosa, de tal manera que causan absoluta indefensión, por ocultación a los trabajadores, que han realizado su trabajo si saber el peligro que corrían sus vidas, dado que las medidas de seguridad con las que creían estar protegidos habían sido eliminadas, así como el grave daño ocasionado con la muerte y las lesiones sufrida”.
En este accidente perdió la vida José Manuel Domínguez Lago, residente en Vigo, y resultaron heridos los encofradores Fernando Duarte Marqués Vieira Lucas, Diamantino Mesquita Pereira, Fernando Madureira Cardoso y Emanuel da Rocha Couto Barbosa, todos ellos de Portugal y con edades entre los 21 y 38 años cuando sucedió el accidente. Los cuatro estaban en lo alto de las pilas cuando la pesada mole del tablero del viaducto avanzó sin control sobre ellos. De hecho, dos de los heridos cayeron y otros dos quedaron sepultados. Casi una década después, siguen creyendo que fue "un hecho extraordinario el que hubieran salvado sus vidas".
El accidente en el tramo Amoeiro-Maside-Carballiño de la línea del AVE ocurrió el 7 de septiembre de 2007 a las 06,16 horas cuando se rompieron los cables que sujetaban el tablero del viaducto, provocando que se deslizase sin control. Asimismo, el freno de emergencia no funcionó por lo que el tablero siguió su movimiento descendente hasta que se desplomó desde el estribo. En total, se vinieron abajo 147 metros de viaducto.
La fiscal no acusa al entender que los hechos no revisten carácter delictivo. Entiende que el accidente no se debió a una imprudencia grave por parte de los investigados. En un informe de 18 de diciembre de 2013, recoge su renuncia a formular acusación alguna por "estar ante faltas de naturaleza privada" (faltas contra las personas que el pasado año desaparecieron del Código Penal).
