La lluvia que descargó ayer sobre la provincia provocó que se desprendieran rocas sobre la carretera N-120, a su paso por Nogueira de Ramuín. Las piedras obligaron a cortar más de tres horas un carril del vial. El agua también provocó dos salidas de vía en la autovía Rías Baixas.
Un desprendimiento de rocas obligó a cortar ayer por espacio de más de tres horas un carril de la carretera N-120, a su paso por Nogueira de Ramuín. Un conductor alertó del incidente pasadas las 02.30 horas después de que se encontrara con una roca de grandes proporciones en el centro de la calzada. Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico acudió de inmediato al lugar y, tras señalizar el desprendimiento, informaba a los operarios de Demarcación de Carreteras, que procedía sobre las cuatro de la madrugada a limpiar la calzada. Las rocas cayeron sobre el asfalto debido a la lluvia caída en las últimas dos jornadas. Pero no fue este el único incidente, dado que el agua provocó dos salidas de vía de otros tantos coches en la autovía Rías Baixas, a su paso la ciudad y Melón. El primero fue sobre las 09.25 horas a la altura del Seminario cuando un conductor que circulaba en sentido Madrid, tras salirse de la calzada, terminó colisionando contra la mediana, sin que las personas que viajaban en el interior resultaran heridas. En Melón, un camión quedó atravesado prácticamente a la misma hora cortando un carril de la A-52.
