Una media de diez conductores intentaron cada día cruzar la Raia por los pasos fronterizos que permanecen cerrados. Su objetivo es evitar dar un rodeo por el de Feces de Abaixo-Vila Verde da Raia (Verín-Chaves), el único habilitado de forma oficial desde el pasado 16 de marzo entre la provincia de Ourense y el país vecino. Pero las fuerzas de seguridad lusas y españolas no pierden de vista las carreteras fronterizas y ya identificaron a 442 vehículos y tramitaron 12 sanciones tras sorprender a los infractores intentando cruzar, en su mayoría hacia Portugal y en menor medida hacia Orense.
Carreteras, algunas de ellas con aduana a mediados del siglo pasado, caso de la Pontebarxas (Padrenda), Ameixoeira (Entrimo) A Magdalena y Portela do Home (Lobios), Baltar-Sendín, Tourem-Calvos de Randín y Manzalvos (A Mezquita), permanecen cerradas con grandes bloques de hormigón y son las que registran más infracciones. El vallado no parece ser del todo efectivo a tenor de los datos que manejan los agentes, que establecen controles a diario en cada uno de los pasos. Pero la vigilancia no es fija y hay conductores que aprovechan, junto con las personas que los acompañan en el coche, para mover las barreras hasta abrir un hueco por el que poder cruzar. También detectaron automovilistas, sobre todo de coches todoterreno, que esquivan la barrera circulando por el monte. Esta circunstancia se da en pasos como el de Soutelínho-Videferre (Oímbra), donde la carretera discurre por una superficie plana. "En caso de interceptarlos, son denunciados", afirman fuentes de la Guardia Nacional Republicana.
Los pasos de Lobios, Padrenda, Entrimo y Baltar, con mayor volumen de conductores identificados
La mayor parte de las denuncias e identificación de vehículos se llevó a cabo entre finales del pasado mes de marzo y principios de abril, algo que los agentes atribuyen al regreso de emigrantes lusos con motivo de las vacaciones de Semana Santa. Argumentan que muchos de estos conductores desconocían el cierre de las fronteras y el lugar por el que debían circular a sus zonas de origen. "Al encontrarse con las vallas, lo primero que hacían era intentar cruzar para no tener que dar la vuelta".
Solo entre la comarca de Monterrei y la de Chaves hay diez pasos fronterizos cerrados. Algunos de ellos solamente los utilizaban hasta el momento los vecinos de los pueblos más cercanos. La presencia de potenciales infractores obligó a incrementar la vigilancia durante las 24 horas. A la GNR se sumó la Guardia Civil y varios militares de la Brilat.
Efectivos del ejército se sumaron a la vigilancia de la policía lusa y la Guardia Civil para interceptar a los infractores
Vigilancia en torno a casas que acogen a personas mayores de forma ilegal
Las fuerzas de seguridad lusas, además de los pasos fronterizos, tienen otro operativo de vigilancia en marcha: detectar casas que funcionan de forma ilegal a modo de geriátrico y comprobar en qué estado se encuentran los internos.
La alerta la dieron las autoridades sanitarias y afecta a todo el territorio. Dentro de lo que son los pueblos cercanos a la Raia, los agentes trabajan con la hipótesis de que hay emigrantes que, ante la falta de una plaza en una residencia de la tercera edad, internaron a sus mayores en este tipo de viviendas y desconocen el estado en que se encuentran a causa de la situación de alarma.
En Portugal, fallecieron a día de ayer 820 personas a causa del coronavirus (327 en geriátricos) y hay más de 22.000 infectados. El municipio limítrofe de Montalegre contabiliza desde ayer el primer caso. En el de Chaves murieron dos personas y hay 18 casos positivos, según el Ministerio da Saúde Pública.
