Contactó con ellos a través de la red social Tuenti, cuyos responsables llevaron el caso a la policía

Detenido por amenazar con fines sexuales a dos menores

La Policía Nacional analizó todos los mensajes. (Foto: F. ALVARADO)
La colaboración de la plataforma social Tuenti con la policía hizo posible la imputación de Alfonso C.C., un joven de 27 años y vecino de la ciudad, en un delito de corrupción de menores, ya que presuntamente los amenazaba si no accedía a sus requerimientos sexuales. El inculpado, quien llegó a estar en prisión por estos hechos -fue detenido el 19 de marzo-, contactaba con sus víctimas a través de internet o aplicaciones de mensajería instantánea para 'smartphones'.
Al detenido, sin oficio conocido y que vive con sus padres, le constan 13 órdenes de alejamiento sobre menores por hechos similares ocurridos en junio de 2011, según precisaron fuentes policiales. Entre sus antecedentes, le constan delitos de amenazas, robo con violencia o intimidación y contra la libertad sexual.

Las pesquisas dieron comienzo cuando la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional recibió una denuncia por parte de Tuenti en la que narraba como uno de sus usuarios, un adolescente de 17 años, había sido amenazado de muerte con fines sexuales. La empresa aportó los datos del perfil desde el que se hacían las amenazas, además de las IP de conexión al mismo. 'Lo que quería era un encuentro sexual en el patio del colegio y si no accedía le amenazaba con que le ocurriría lo que a otros', señaló el policía Julián Millán, perteneciente a la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT).

Paralelamente a la denuncia de la plataforma social, el padre de otro menor de 15 años, también de la ciudad, se personó en dependencias policiales comunicando que su hijo estaba recibiendo peticiones de tipo sexual a través de mensajería instantánea para 'smartphones'. Los policías investigaron el número de teléfono desde donde se enviaban esos mensajes y comprobaron que coincidía con el número facilitado por el investigado en sus conversaciones en las redes sociales.

En el momento de su detención, los agentes no localizaron ningún teléfono móvil, por lo que se procedieron a la entrada y registro de su domicilio.


ILOCALIZADO EL TERMINAL

También se incautaron una cámara y siete cintas de vídeo, una tarjeta de memoria, un reproductor MP4 y cinco CDs. Sin embargo, la policía indicó que no se logró localizar el terminal telefónico desde la cual el detenido se ponía en contacto con algunas de sus víctimas. El arrestado confesó que se había desprendido de él por miedo a ser localizado.

La operación fue realizada por la Brigada de Investigación Tecnológica de la EDEF Central en colaboración con el Grupo I de Protección al menor y el Grupo II del Servicio de Atención a la Familia de Ourense.

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