El aviso de la llegada de dos albaneses a Ourense facilitó la operación
Los detenidos, según fuentes del instituto armado, ya tenían una lista de viviendas para asaltar, buena parte de ellas situadas en el extrarradio de la ciudad y en las comarcas de Carballiño y O Ribeiro. Los agentes llevaban una semana siguiendo sus pasos y comprobaron que pasaron cuatro días vigilando el número 4 de la carretera de Astureses (Carballiño), en la que se practicó la detención. Esta vivienda figuraba como primera en la lista y los dos albaneses tenían todos los datos sobre los movimientos de los dueños y los accesos.
La Guardia Civil comenzó a seguir a los detenidos tras un "chivatazo" sobre la llegada, hace 15 días, de dos albaneses a la provincia. Los dos hombres, corpulentos y con mucha agilidad, no se hospedaron en hotel ni pensión. Tampoco alquilaron vivienda. Optaron por pernoctar en casas de amigos (sus compañeros detenidos) para no levantar sospechas. Después, tras los golpes, según pudo saber este periódico, regresaban a Madrid.
El subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, recordaba ayer que todo apunta a que los cuatro ya reclusos están detrás de todos los robos de dinero y joyas perpetrados desde principios del mes de diciembre. En este sentido, se mostró satisfecho porque la detención de los ladrones era "una prioridad" entre las fuerzas de seguridad. "Desde el primer robo se estuvo trabajando intensamente en la investigación", explicó Castro García.
Los asaltos llevaron a la Comandancia a reestructurar servicios de vigilancia y destinar más patrullas, sobre todo por las noches, a las zonas con más asaltos. Los agentes llegaron incluso a patrullar vestidos con ropa de calle para no ser reconocidos ante la sospecha de que los asaltantes estuvieran controlando las salidas de los coches oficiales
FAMILIARES
Los detenidos llegaron en dos furgones de la Guardia Civil cuando aún no eran las 13,00 horas al edificio judicial de Carballiño y permanecieron en el interior hasta pasadas las tres de la tarde. En el exterior del edificio los esperaban algunos conocidos y familiares.
En los calabozos de la Comandancia se negaron a declarar, postura que mantuvieron los dos albaneses también en el juzgado. Sus compañeros negaron estar implicados en una red de asaltos a viviendas,asegurando que desconocían los motivos por los que se desplazaban al lugar. La fiscalía pidió durante el interrogatorio prisión provisional para los cuatro detenidos.
El abogado defensor de los principales inculpados solicitó que solamente se imputara a sus clientes un robo en grado de tentativa dado que no llegó a consumarse. En el caso de los delitos de lesiones y atentando, a su entender, se podían solventar con medidas que non son tan gravosas (una fianza) como el ingreso en prisión.
