El parque de bomberos de la ciudad honró ayer a su patrón, San Juan de Dios. A la tradicional misa siguió la entrega de las placas conmemorativas a los recién jubilados y de los trofeos de tos torneos deportivo
La palabra "fiesta" es motivo más que suficiente para reunirse. Y así lo hicieron ayer los bomberos de la ciudad, que celebraron en sus instalaciones la festividad de su patrón, San Juan de Dios. Como manda la tradición, la jornada reunió a quienes velan por la seguridad de los ourensanos alrededor de una mesa para compartir pinchos y algún que otro vermú, todo ello preparado con esmero por los miembros de Aixiña.
El acto, sencillo pero emotivo, sirivió para rendir homenaje a los bomberos recién jubilados Fernando Pemán y Cesáreo Rubín, quienes recogieron sus placas conmemorativas por haber dedicado una vida a velar por la seguridad entre entusiasmados aplausos de sus compañeros y familiares. Porque sí, al acto acudieron también familiares y amigos cercanos al cuerpo. Rubín recordó emocionado sus años de servicio y reconoció echar de menos "el ambiente de compañerismo que reina en este parque".
Con estas dos bajas, el cuerpo de bomberos de la ciudad cuenta en la actualidad con 52 efectivos, repartidos en cuatro turnos de 13 personas, una plantilla que consideran "insuficiente", por la que demandan más personal. Entre ellos, Almudena Suárez y Cristina Posada, que tuvieron ayer doble celebración. A su patrón se unió el Día Internacional de la Mujer, aunque esta cualidad no las hace sentirse ni especiales ni distintas a sus compañeros. "Estamos aquí todo el año", apuntó Suárez.
A las 13,00 horas tuvo lugar la tradicional celebración eucarística, que concluyó con la entrega de premios del torneo de fútbol 7 y del juego popular de la llave, de organizados todos los años. La Policía Autonómica recogió su trofeo por haber ganado la competición. Siguieron la Policía Local y la Protección Civil. El equipo de los bomberos acabaron este año en quinto lugar. "Non se trata de competir, senón de pasar un bo rato cos demáis compañeiros", dijo José Luis Rubín. Y parece que lo consiguieron.
La sirena del cuerpo fue la encargada de dar la llamada a los comensales. Alrededor de embutidos y empanadas se reunieron representantes municipales en un ambiente más festivo que protocolario. Acudieron el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, y los ediles José Araújo, Flora Moure e Isabel Castelo.
Acudieron también altos cargos de la Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Autonómica y Policía Local; miembros de Protección Civil y representantes de las distintas administraciones públicas.
También hubo tiempo para las poses. Los bomberos presentes quisieron una foto para el recuerdo y entre las unidades del parque móvil posaron para guardar un bonito recuerdo de un día especial. Un día de reconocimiento.
