La dimensión femenina supone una mayoría rotunda, además de una presencia cada vez mas acusada en todos los renglones y en todas las estadísticas
La dimensión femenina supone una mayoría rotunda, además de una presencia cada vez mas acusada en todos los renglones y en todas las estadísticas. Al tiempo, y como por contraste, al conmemorar el día de la mujer trabajadora, acudimos a una suerte de tautología, al comprobar, mediante esta celebración, que todas las señales no han sido suficientes aún, pues decir mujer es decir trabajadora por antonomasia; es decir lucha, y decir entrega.
Enumerar es labor compleja, más incluso en atención a que las cifras no hacen sino ofrecer un perfil inexacto de las realidades que cada particularidad moldea. La mujer ourensana en cifras dibuja esta heterogeneidad a la perfección.
En primer lugar, la edad: la mujer de la provincia es predominantemente mayor; un 40%, tendencia mayoritaria, se sitúa entre los 35 y 64 años, precisamente una importante franja de edad productiva. De frente a ello, primer mazazo: el grueso de la población femenina se encuentra en edad productiva, no obstante, los números arrojan una lapidaria realidad que diluye optimismos, pues casi un 55% de las mujeres mayores de 16 años se encuentran inactivas.
De la mano del mundo laboral, sin embargo, encontramos paridades: la tasa de paro y las afiliaciones a la seguridad social apenas varían entre géneros en Ourense.
A diferencia, dentro del rubro autónomos, el masculino es prepronderante; pese a ello, conviene destacar que la variación interanual muestra una tendencia al alza en la dimensión femenina.
Un punto a tener en cuenta, vinculado indiscutiblemente a la mujer, lo supone la maternidad. La edad media en la que en 2014 las mujeres ourensanas fueron madres se encuentra casi en los 32 años. Prueba de ello constituye el que el 65% de los nacimientos fueron de madres entre 30 y 39 años.
Una cifra que, mientras no tienda a cero no supondrá una tara superada, la relativa a la violencia de género, al menos muestra un estancamiento que permite un leve suspiro estadístico. El número de llamadas al 016, para la atención a la violencia de género, se ha mantenido estable en los últimos años.
Así mismo, el número de denuncias por violencia de género ha experimentado un importante retroceso en 2014. Un salvavidas numérico que permite soñar con un horizonte a cero; una misión a la que todos nos debemos encomendar con fruición.
Por último, un rápido vistazo a los hogares y su principal sustento supone asomarse al abismo demográfico: el 40% de ellos está bajo la batuta femenina; y en casi la mitad de ellos, la mujer cabeza de hogar es mayor de 65 años.
La mujer en Ourense en cifras, mas de cientosesenta y siete mil razones para, hoy, día internacional de la mujer trabajadora, celebrar una marcha que no tenga fin, que acabe de una vez por todas con las desigualdades y que, con convicción, nos coloque a todos en el mismo punto de inicio, ante el mismo horizonte social, y con el mismo acceso a todas las oportunidades.
Un día para la igualdad; y para presumir de fuerza, como nuestra tradicional castiñeira. Al tiempo, una serie de días para la reivindicación, de la mano de un importante abanico de actividades relativas a la conmemoración femenina: teatro, talleres y conciertos. Todo es poco cuando se trata de la reflexión y la búsqueda de la igualdad.
