El conselleiro Juárez sostiene que los medios de los brigadistas gallegos son similares a los de otras regiones y demandó castigos ejemplarizantes ante los numerosos incendios provocados

Diecisiete aeronaves actúan en un incendio en Vilamarín

El helicóptero vacía el agua en el incendio de Sobreira, en Vilamarín. (Foto: Miguel Angel)
El concello de Vilamarín experimentó ayer la peor versión del fuego, con un incendio con dos focos en la zona de Sobreira, que durante dos horas mantuvieron en jaque a los servicios de extinción.
Ambos fuegos se activaron en un intervalo breve de tiempo. El primero a las 16.15 horas y el segundo a las 16.40 horas, según informó la Consellería de Medio Rural. Dos horas después estaban controlados, que no extinguidos. El primero de ellos arrasó, en una primera estimación, seis hectáreas (60.000 metros cuadrados) de arbolado, y en su sofocación trabajaron tres agentes, 11 brigadas, seis motobombas, seis helicópteros y 11 aviones. Los mismos medios aéreos sirvieron para combatir el segundo de los focos, que calcinó tres hectáreas, una mitad de monte bajo y otra de superficie arbolada.

Medio Rural confirmó, asimismo, que el incendio forestal de Cernado, en el concello de Manzaneda, quedó extinguido a las 22 horas del miércoles, después de un día entero ardiendo. La superficie afectada fue de 48 hectáreas, todas ellas de monte raso.

Las llamas que acusaban a Lucenza, en el concello de Cualedro, quedaron igualmente extinguidas tras arrasar una superficie de 56 hectáreas.

Mientras, el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, defendió ayer, durante una visita a Ourense, que los equipos de trabajo de los brigadistas gallegos están 'normalizados' y son similares a los de otras regiones. También se refirió al incendio de Fornelos de Montes, en el que fallecieron dos brigadistas, asegurando que no tiene constancia de contradicciones entre la investigación judicial y la realizada por la Xunta, ni tampoco observa que existiese descoordinación. 'A forma de traballar foi a habitual', apuntó. Con respecto al incendio de Peneda-Xeres asegurando que, si afectó a territorio ourensano, fue en un área mínima y que hubo colaboración de medios gallegos en su extinción en la medida que lo permitía la situación en la Comunidad. Por último, recordó que la mayoría de los incendios son provocados y con una 'intencionalidade criminal clara', por lo que pidió castigos ejemplares para los incendiarios.

Por su parte, la CIG anunció ayer que la Inspección de Trabajo ha requerido a la Jefatura Territorial de Medio Rural en Ourense para que, en un máximo de dos meses, informe a los brigadistas de los riesgos de su trabajo y las medidas de protección y prevención.

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