El juicio repetido al exportero del Zaragoza, Álvaro Ratón, siguió la misma puesta en escena, con apenas cambios. El deportista, que ahora milita en el Wisla de Cracovia (Polonia), acudió al Penal 1 para responder de una supuesta agresión sexual en la Noche de San Juan de 2018 en la zona de copas de Carballiño, su localidad natal. Pero esta vez, la vista oral la preside otra jueza; se prolongó algo más, hasta pasadas las tres de la tarde; el acusado entró al edificio judicial sin mascarilla, ataviado con un plumífero muy similar de color azul en vez de verde. Por su parte, la denunciante, que ejerce la acusación particular, tiene otro letrado.
Tal como ocurrió la primera vez que se celebró la vista oral, a mediados de 2020, Ratón no quiso hacer declaraciones a pesar de que niega los hechos. Esta vez tampoco habló su abogado, Antonio Gea, quien en su primera visita a los juzgados de Ourense había destacado las contradicciones de la perjudicada.
En el juicio que comenzó ayer, que aún continúa hoy con los peritos y las conclusiones finales de las partes, depusieron diez testigos.
Esta es la segunda vez que el deportista es juzgado por los mismos hechos tras dos sentencias absolutorias previas por parte de la anterior titular de ese juzgado, dictadas en los años 2021 y 2022. Ahora se celebra una nueva vista tras la decisión de la Audiencia en abril de este año de volver a repetir el juicio, pero con una magistrada diferente. La primera vez, el tribunal provincial había estimado el recurso de apelación de la denunciante, ordenando dictar una nueva sentencia por no tener en cuenta la jueza “pruebas sustanciales y prescindir de la valoración conjunta e interconectada de los distintos medios probatorios”. Pero la jueza volvió a dictar un nuevo fallo absolutorio que fue recurrido, ordenando ya la Audiencia un nuevo juicio, el que se celebra esta semana a puerta cerrada.
El portero optó por acudir al juzgado de Ourense pese a que se le brindó la oportunidad de comparecer por videoconferencia. Negó la agresión sexual por la que fue denunciado por una mujer de Carballiño a la que había conocido dos días antes cuando realizaba una encuesta en la calle. Posteriormente, coincidieron en un pub. Ella sostiene que le propuso ir a un rincón apartado y lo rechazó. La fiscal, en su escrito de acusación, en el que solicita una pena de dos años de cárcel, mantiene que el inculpado insistió en mantener relaciones con ella y, ante su negativa, la cogió por el brazo y la condujo a un lugar con poca luz, en donde la golpeó contra una pared y un banco de piedra. Detalla besos y que incluso le introdujo la mano bajo la falda y por dentro de las bragas. Mientras, el jugador, según el escrito de acusación, se bajó los pantalones y sacó su pene. El portero, ante la negativa de la joven, desistió del ataque y le llamó “zorra”, según la versión de la denunciante. Su letrado reclama inicialmente cuatro años de cárcel.
Según pudo saber este diario, los testigos propuestos por las acusaciones, aseguraron ayer que vieron a la carballiñesa con hematomas en los brazos y en las piernas. Amigos y compañeros de trabajo la notaron rara y le preguntaron por los moretones visibles en los brazos. También les relató lo qué supuestamente le había sucedido. Tardó en denunciar por temor a no ser creída ya que Álvaro Ratón es una persona muy apreciada en la villa.
En la pericial de hoy, se hablará de las lesiones físicas que sufrió y las psicológicas que padece la mujer cinco años después.
