El PP hizo valer su voto mayoritario en la Diputación para rechazar la moción del PSOE contra el transfuguismo en la que, según su portavoz, Rogelio Martínez se acusa al presidente provincial, José Luis Baltar, de instigar la moción de censura de Calvos. Esta moción sí obtuvo el respaldo del BNG.
A la misma hora a la que debería haber comenzado el debate de la moción de censura en Calvos de Randín arrancó en la Diputación un pleno extraordinario con el mismo telón de fondo. Surgió a petición del PSOE, que en la sesión plenaria ordinaria del pasado 30 de mayo se quedó con las ganas de debatir una moción contra el transfuguismo que había entrado por urgencia en los asuntos del día, pero que no llegó a debatirse al ser suspendido el pleno tras desplegar el alcalde de Calvos y los ediles socialistas una pancarta contra el transfuguismo.
En esta ocasión el debate salió adelante, aunque para el diputado del PSOE, José Luis Pérez, arrancaba un tanto mermado dado que pretendía obtener de la Diputación un rechazo taxante a la moción de censura en Calvos de Randín y a estas horas xa de pouco vale (debería estarse desarrollando), explicó. Pero incidió en una petición más genérica reclamando de la institución provincial una condena a calquera outra moción de censura que se celebre con tránsfugas. No lo consiguió.
El grupo provincial del PP hizo valer su voto mayoritario para rechazar la iniciativa por entender que las mociones de censura son democráticas y como tal non podemos rexeitalas, pero puntualizando que si se producen con tránsfugas (como sería el caso de Calvos) abriremos expedientes a esa xente, según su portavoz Rogelio Martínez, quien además señaló que el asunto en cuestión no es tema de debate en la Diputación, sino que ten que resolverse en Calvos de Randín. Así que de poco valió el respaldo que el PSOE recibió del BNG que condenó enérxicamente este tipo de prácticas políticas por entender que privan a los vecinos de un programa político e unas ideas que votaron democráticamente nas urnas, alegó Xosé Manuel Fírvida.
PSOE y BNG acusaron al presidente provincial, José Luis Baltar, de ser el instigador de la moción de censura en Calvos y estas palabras fueron muy criticadas por el popular Rogelio Martínez, que aseguró que están acusando o presidente de cousas que ó mellor teñen que demostrar. Indicó además que non hai ningún instigador, sino uns concelleiros que presentan unha moción de censura que rexeitamos por utilizar un tránsfuga. Reafirmó que el conflicto creado en Calvos de Randín non o iniciou o PP, senon o número dous do PSOE que se marcha ó grupo mixto. Lo ratificó el propio Baltar: O PP non avala a moción de censura.
INCIDENTES
Pancartas contra el Val da Rabeda
El pleno extraordinario tenía como único punto del orden del día el debate sobre la moción socialista, pero arrancó con un asunto que nada tenía que ver. En el salón de plenos se dieron cita algunos representantes de la Asociación de vecinos de Solveira de Paderne y de la Comisión de afectados por el parque empresarial del Val da Rabeda, que mostraron su postura crítica con la gestión llevada a cabo por el vicepresidente de la Xunta en la concreción de este proyecto. Su malestar obedece, según alegan, a que no se están teniendo en cuenta las modificaciones formuladas por los propietarios y vecinos afectados (cambiar el trazado del vial de conexión al parque empresarial y distanciarlo como mínimo 200 metros desde la última vivienda de la periferia del pueblo). Es por ello que los afectados decidieron iniciar medidas de presión para ser escuchados, reclamando que Anxo Quintana cumpla la promesa que dio cuando presentó el proyecto en Taboadela, en la que aseguró que se modificaría aquello en lo que los vecinos no estuviesen de acuerdo.
El presidente provincial les instó al momento a retirar las pancartas y así lo hicieron.
En esta ocasión el debate salió adelante, aunque para el diputado del PSOE, José Luis Pérez, arrancaba un tanto mermado dado que pretendía obtener de la Diputación un rechazo taxante a la moción de censura en Calvos de Randín y a estas horas xa de pouco vale (debería estarse desarrollando), explicó. Pero incidió en una petición más genérica reclamando de la institución provincial una condena a calquera outra moción de censura que se celebre con tránsfugas. No lo consiguió.
El grupo provincial del PP hizo valer su voto mayoritario para rechazar la iniciativa por entender que las mociones de censura son democráticas y como tal non podemos rexeitalas, pero puntualizando que si se producen con tránsfugas (como sería el caso de Calvos) abriremos expedientes a esa xente, según su portavoz Rogelio Martínez, quien además señaló que el asunto en cuestión no es tema de debate en la Diputación, sino que ten que resolverse en Calvos de Randín. Así que de poco valió el respaldo que el PSOE recibió del BNG que condenó enérxicamente este tipo de prácticas políticas por entender que privan a los vecinos de un programa político e unas ideas que votaron democráticamente nas urnas, alegó Xosé Manuel Fírvida.
PSOE y BNG acusaron al presidente provincial, José Luis Baltar, de ser el instigador de la moción de censura en Calvos y estas palabras fueron muy criticadas por el popular Rogelio Martínez, que aseguró que están acusando o presidente de cousas que ó mellor teñen que demostrar. Indicó además que non hai ningún instigador, sino uns concelleiros que presentan unha moción de censura que rexeitamos por utilizar un tránsfuga. Reafirmó que el conflicto creado en Calvos de Randín non o iniciou o PP, senon o número dous do PSOE que se marcha ó grupo mixto. Lo ratificó el propio Baltar: O PP non avala a moción de censura.
INCIDENTES
Pancartas contra el Val da Rabeda
El pleno extraordinario tenía como único punto del orden del día el debate sobre la moción socialista, pero arrancó con un asunto que nada tenía que ver. En el salón de plenos se dieron cita algunos representantes de la Asociación de vecinos de Solveira de Paderne y de la Comisión de afectados por el parque empresarial del Val da Rabeda, que mostraron su postura crítica con la gestión llevada a cabo por el vicepresidente de la Xunta en la concreción de este proyecto. Su malestar obedece, según alegan, a que no se están teniendo en cuenta las modificaciones formuladas por los propietarios y vecinos afectados (cambiar el trazado del vial de conexión al parque empresarial y distanciarlo como mínimo 200 metros desde la última vivienda de la periferia del pueblo). Es por ello que los afectados decidieron iniciar medidas de presión para ser escuchados, reclamando que Anxo Quintana cumpla la promesa que dio cuando presentó el proyecto en Taboadela, en la que aseguró que se modificaría aquello en lo que los vecinos no estuviesen de acuerdo.
El presidente provincial les instó al momento a retirar las pancartas y así lo hicieron.
