El diputado por Ourense de Alternativa Galega de Esquerda, David Fernández Calviño, dejará la Cámara gallega el próximo 31 de octubre, puesto que el primero de noviembre tiene que 'tomar posesión' de su nuevo puesto de trabajo en un proyecto de investigación en Copenhague (Dinamarca).
Allí retomará la carrera científica que no pudo continuar en Galicia pese a sus dos carreras y su formación de postgrado en Suecia, lo cual le había abocado al paro hasta que accedió al escaño -hace un año- al Parlamento por la circunscripción de Ourense. Le sustituirá en el escaño Iolanda Pérez, miembro de Anova y que fue concejala en Ourense durante parte del mandato de 2007 a 2011.
'Evidentemente síntome expulsado, porque o traballo que quero exercer non o podo ter no meu país. Considérome un emigrante máis, aínda que vou ter un bo traballo e un bo salario', manifestó tras el anuncio de que dejará la política, al menos, 'a curto prazo'. 'Porque estando fóra pouco vou poder facer'. 'Se puidese exercer a ciencia e investigar aquí, non me marchaba', advirtió este diputado ourensano de 34 años, que es doctor e ingeniero agrónomo y de montes. Fernández Calviño asegura que hace lo que 'considera mellor' para él y no lo atribuye a nada 'extraordinario' pese a que no es habitual que un político que apenas acaba de conseguir entrar en una Cámara deje este puesto para volver a su profesión.
Sobre si espera ser uno de los científicos rescatados por el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo, como avanzó en el debate de política general, el diputado de AGE ha advertido de que lo que planteó el presidente autonómico 'es unha cuestión trampa, porque está feito para persoas que poidan captar gran financiación europea, e que pode ser unha ou dous persoas ó ano'.
'En Galicia había moi poucas persoas que tiñan esa financiación europea e un deles marchou recentemente para Euskadi porque lle ofrecían mellores condicións para investigar', evidenció Calviño, quien dijo, no obstante, que 'ogallá toda a xente que está fóra poida voltar!'.
PASO EFÍMERO
Su paso por el Parlamento autonómico gallego reconoce que ha sido 'efímero' y le agrega el calificativo de 'decepcionante'. 'Tiña unha idea do Parlamento, de que era un sitio con máis nivel intelectual e onde había debates de máis calado dos que hai', dijo. En todo caso, afirma que se lleva 'moitas cousas boas', sobre todo el trabajo externo, que le ha resultado 'moi gratificante'. Sobre si cree que va a ser recordado como el primer diputado que fue expulsado de la Cámara en esta legislatura (y en muchos años), David Fernández Calviño aseguró que 'no lo sabe', pero ha admitido que le da 'un pouco igual'. 'E se sou lembrado pola miña expulsión, o que se pode recordar é que se se colle o reglamento foi unha expulsión ilegal', sentenció.
Por otro lado, indicó que cuando se conformó la candidatura electoral por Ourense él ya había advertido de la posibilidad de que si le surgía una oportunidad para su carrera científica que podría irse. Sus compañeros lo aceptaron, explicó ayer, y dijeron que no había ningún problema; en ese sentido 'non me sinto mal', ha indicado, antes de apostillar que 'de feito, non hai ninguén imprescindible' y quien venga lo hará igual o 'mellor'.
Iolanda Pérez tomará posesión en semanas pero antes AGE, tercera fuerza política por número de diputados, hará una comparecencia para explicar los cambios y presentar a la nueva diputada.
'Evidentemente síntome expulsado, porque o traballo que quero exercer non o podo ter no meu país. Considérome un emigrante máis, aínda que vou ter un bo traballo e un bo salario', manifestó tras el anuncio de que dejará la política, al menos, 'a curto prazo'. 'Porque estando fóra pouco vou poder facer'. 'Se puidese exercer a ciencia e investigar aquí, non me marchaba', advirtió este diputado ourensano de 34 años, que es doctor e ingeniero agrónomo y de montes. Fernández Calviño asegura que hace lo que 'considera mellor' para él y no lo atribuye a nada 'extraordinario' pese a que no es habitual que un político que apenas acaba de conseguir entrar en una Cámara deje este puesto para volver a su profesión.
Sobre si espera ser uno de los científicos rescatados por el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo, como avanzó en el debate de política general, el diputado de AGE ha advertido de que lo que planteó el presidente autonómico 'es unha cuestión trampa, porque está feito para persoas que poidan captar gran financiación europea, e que pode ser unha ou dous persoas ó ano'.
'En Galicia había moi poucas persoas que tiñan esa financiación europea e un deles marchou recentemente para Euskadi porque lle ofrecían mellores condicións para investigar', evidenció Calviño, quien dijo, no obstante, que 'ogallá toda a xente que está fóra poida voltar!'.
PASO EFÍMERO
Su paso por el Parlamento autonómico gallego reconoce que ha sido 'efímero' y le agrega el calificativo de 'decepcionante'. 'Tiña unha idea do Parlamento, de que era un sitio con máis nivel intelectual e onde había debates de máis calado dos que hai', dijo. En todo caso, afirma que se lleva 'moitas cousas boas', sobre todo el trabajo externo, que le ha resultado 'moi gratificante'. Sobre si cree que va a ser recordado como el primer diputado que fue expulsado de la Cámara en esta legislatura (y en muchos años), David Fernández Calviño aseguró que 'no lo sabe', pero ha admitido que le da 'un pouco igual'. 'E se sou lembrado pola miña expulsión, o que se pode recordar é que se se colle o reglamento foi unha expulsión ilegal', sentenció.
Por otro lado, indicó que cuando se conformó la candidatura electoral por Ourense él ya había advertido de la posibilidad de que si le surgía una oportunidad para su carrera científica que podría irse. Sus compañeros lo aceptaron, explicó ayer, y dijeron que no había ningún problema; en ese sentido 'non me sinto mal', ha indicado, antes de apostillar que 'de feito, non hai ninguén imprescindible' y quien venga lo hará igual o 'mellor'.
Iolanda Pérez tomará posesión en semanas pero antes AGE, tercera fuerza política por número de diputados, hará una comparecencia para explicar los cambios y presentar a la nueva diputada.
