El acuerdo alcanzado ayer entre la Federación de Hostelería de Ourense y el director del centro de formación de la calle Marcelo Macías de la ciudad evitó el juicio previsto en el Juzgado de lo Social número 4. La federación que preside Ovidio Fernández Ojea acordó indemnizar a Constantino Iglesias a cambio de rescindir el contrato que le mantenía unido al puesto que ocupó estos últimos 12 años, reconociendo así que su readmisión (efectiva desde el día uno de marzo) había sido improcedente. Anteriormente, Iglesias pleiteó con la federación al haber sido despedido junto a otros tres trabajadores en noviembre del pasado añ
La federación que preside Ovidio Fernández Ojea acordó indemnizar a Constantino Iglesias a cambio de rescindir el contrato que le mantenía unido al puesto que ocupó estos últimos 12 años, reconociendo así que su readmisión (efectiva desde el día uno de marzo) había sido improcedente. Anteriormente, Iglesias pleiteó con la federación al haber sido despedido junto a otros tres trabajadores en noviembre del pasado año.
IMPULSOR DEL CENTRO
El impulsor del centro de formación de hostelería había denunciado esta vez al colectivo del que dependía por readmisión improcedente, abundando en que era víctima de acoso laboral desde que se incorporó a su puesto de trabajo.
En su demanda, Constantino Iglesias describe situaciones de 'mobbing' por parte del secretario y tesorero del centro. Según relató a este diario, 'me negaban acceso a información necesaria para desempeñar mi trabajo, me cambiaron a un despacho más pequeño, me dejaron sin ordenador y teléfono durante un tiempo... para que me viese como un inútil y abandonara mi puesto'.
A partir de ahora, Iglesias asumirá nuevos retos profesionales avalados por su amplia trayectoria en la hostelería.
IMPULSOR DEL CENTRO
El impulsor del centro de formación de hostelería había denunciado esta vez al colectivo del que dependía por readmisión improcedente, abundando en que era víctima de acoso laboral desde que se incorporó a su puesto de trabajo.
En su demanda, Constantino Iglesias describe situaciones de 'mobbing' por parte del secretario y tesorero del centro. Según relató a este diario, 'me negaban acceso a información necesaria para desempeñar mi trabajo, me cambiaron a un despacho más pequeño, me dejaron sin ordenador y teléfono durante un tiempo... para que me viese como un inútil y abandonara mi puesto'.
A partir de ahora, Iglesias asumirá nuevos retos profesionales avalados por su amplia trayectoria en la hostelería.
