El gobierno municipal de la ciudad regresa a la situación de crisis pese a la sanción a los críticos

Los díscolos del PSOE vuelven a plantar la reunión de grupo

Áurea Soto, Marga Martín y Ana Garrido, a la entrada de la reunión del grupo municipal en la Alcaldía. (Foto: JOSÉ PAZ)
Ninguno de los cinco concejales díscolos del grupo municipal socialista de la ciudad acudió ayer a la reunión de los martes que convoca todas las semanas el alcalde, Agustín Fernández, para poner en común el trabajo diario de cada uno de los ediles y marcar las directrices a seguir en el gobierno municipal.
El edil considerado líder de los críticos, Antonio Rodríguez Penín, no fue porque carece de responsabilidades de gobierno; Alfonso Vilachá, edil de Deportes, alegó una reunión en el departamento de personal para justificar su ausencia; Susana Bayo, concejala de Medio Ambiente, comunicó que tenía que llevar a su hija al pediatra; Mónica Vázquez, edil de Voluntariado, dijo estar de vacaciones, y María Devesa sigue reponiéndose de un esguince de tobillo.

La reunión, de la que no hay fotografías por la negativa del regidor a posar con el reducido grupo de los asistentes -él más la directora xeral de Personal, Carmen Rodríguez, y sus concejales cercanos: Aurea Soto, Ana Garrido, Vázquez Barquero, Juana Ageitos y Marga Martín-, analizó el plan de presupuestos para este año, aún sin presentar, y el Plan de Empleo, que después trataría con los representantes sindicales.

Independientemente de las excusas y pese a que la afinidad volvió a producirse en el pleno del pasado viernes, ayer pudo comprobarse que las diferencias entre los díscolos y el alcalde se mantienen, una situación delicada que, si no se busca remedio, podría demorarse hasta las elecciones municipales, dentro de 15 meses; si bien, los díscolos, aunque suspendidos de militancia por este motivo, sí están sometidos a disciplina de voto que cumplen, como ocurrió en el pleno del pasado viernes.

El regidor no quiso evaluar esta situación, que se repite desde diciembre pero el edil díscolo Rodríguez Penín espera que la resolución del expediente sancionador a él y a sus compañeros pondrá fin a las diferencias con el regidor. Ya han alegado y esperan una resolución favorable, aunque ello -y aún siendo así- no garantizaría que este concejal recuperase las competencias que le quitó el alcalde.

Los ediles críticos garantizan, por si este estado de cosas se mantiene en el tiempo, la disciplina de voto en los plenos y su asistencia a las reuniones preparatorias de los mismos, pero no a las demás, salvo que los cite el propio regidor para asuntos relacionados con sus competencias de gobierno.

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