Según la versión de la víctima, le pegó un tiro por no querer darle dinero
Un vecino de A Coruña de 48 años quedó malherido en la noche de ayer a consecuencia del disparo en la pierna que recibió cuando iba en un coche en compañía de otra persona no identificada. El suceso aconteció a la altura del kilómetro 171 de la autovía Rías Baixas, en el alto de As Estivadas, a su paso por el concello de Monterrei, en sentido Ourense, y minutos antes de las nueve de la noche. Según declaró el herido a los agentes de la Guardia Civil que lo socorrieron, el conductor del turismo le disparó en la pierna por negarse a darle dinero, para lo cual detuvo el coche en el arcén.
El herido fue traslado en un primer momento al Hospital Comarcal de Verín pero a última hora de ayer estaba pendiente de ser trasladado al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense. Pese a que perdió abundante sangre, su estado no revestía peligro ya que la herida presentaba orificio con entrada y salida.
La víctima no perdió la consciencia en ningún momento ya que fue ella misma la que recabó el auxilio de otros conductores, quienes a su vez alertaron a las fuerzas de seguridad.
La Policía Judicial, según informó la propia Guardia Civil, inició una investigación en el acto, aunque será clave el testimonio que preste el coruñés toda vez que los médicos descarten que su vida no corre peligro.
El último ajuste de cuentas grave en el que la víctima fue abandonada a su suerte por el resto del pasaje de un vehículo ocurrió en septiembre de 2011 en una carretera local de Paderne de Allariz. En este caso, aunque en un principio se pensó que la herida en el abdomen había sido causada con una arma de fuego, finalmente se comprobó que había sido apuñalado en dos ocasiones, con afectación de órganos vitales.
El Juzgado de Instrucción 1 de la ciudad abrió diligencias contra cinco personas por la tentativa de homicidio de El Hassan Benali, de 41 años, por algún tipo de desacuerdo en una transacción de droga, ajuste de cuentas o similar. En mayo de este mismo año, el instructor archivó la causa por falta de pruebas o indicios sólidos en el que la falta de colaboración de la persona agredida fue la tónica destacada.
