Un nuevo incendio en el edificio de la avenida de Pontevedra, número 17, en Carballiño, alertaba a vecinos y fuerzas de seguridad, en torno a las 4,28 horas de la madrugada de ayer. Igual que el ocurrido el pasado 12 de noviembre en el inmueble Magariños, el origen del fuego estuvo en un cuadro eléctrico. En esta ocasión, no obstante, no hubo heridos gracias a la rápida intervención de la brigada de emergencias (Grumir), Policía Local y Guardia Civil.
Las llamas destruyeron los cuadros eléctricos de dos viviendas del tercer piso de este bloque que tiene seis plantas, provocando un denso humo. Fue la vecina del tercero B la que avisó a los demás inquilinos, tras despertar por causa de los chispazos eléctricos.
Luis Alberto García, uno de los afectados, declaró que 'foi moi traumático, a señora Rosa baixou ata o portal e avisounos a todos de que ardía o edificio, eu fun ata a súa casa e intentei apagar o lume do cadro eléctrico co felpudo pero non foi posible, asi que avisamos á Policía Local, que se presentou de inmediato'. García y unos pocos vecinos lograron bajar a la calle, aunque 'eu estaba no carto piso e intentei sair, pero cando abrín a porta da miña casa o fume e a oscuridade xa non me deixou pasar, así que me quedei dentro da vivenda, igual ca maioría dos veciños', señalaba Argimiro Tizón.
El Grumir y la Policía Local recomendaron a los atrapados que se asomaban a las ventanas, que no se aventuraran a bajar. Los agentes sofocaron con extintores el fuego de una de las viviendas, mientras el Grumir lograba acceder al interior de la anexa y sofocaba el otro cuadro incendiado, en donde dos jóvenes húngaros dormían plácidamente. Posteriormente, fueron evacuados todos los vecinos.
Luis Alberto García, uno de los afectados, declaró que 'foi moi traumático, a señora Rosa baixou ata o portal e avisounos a todos de que ardía o edificio, eu fun ata a súa casa e intentei apagar o lume do cadro eléctrico co felpudo pero non foi posible, asi que avisamos á Policía Local, que se presentou de inmediato'. García y unos pocos vecinos lograron bajar a la calle, aunque 'eu estaba no carto piso e intentei sair, pero cando abrín a porta da miña casa o fume e a oscuridade xa non me deixou pasar, así que me quedei dentro da vivenda, igual ca maioría dos veciños', señalaba Argimiro Tizón.
El Grumir y la Policía Local recomendaron a los atrapados que se asomaban a las ventanas, que no se aventuraran a bajar. Los agentes sofocaron con extintores el fuego de una de las viviendas, mientras el Grumir lograba acceder al interior de la anexa y sofocaba el otro cuadro incendiado, en donde dos jóvenes húngaros dormían plácidamente. Posteriormente, fueron evacuados todos los vecinos.
