Edmundo Paz exhibe en el Centro Cultural de la Diputación, hasta el 3 de agosto, su obra Espazo Reservado, compuesta por 32 obras pinturas en relieve.
¿Cómo define su muestra actual Espazo Reservado?
Mi objetivo principal en esta exposición fue darle un giro a mi estilo creativo, incorporando nuevas técnicas. La muestra se basa en los elementos geométricos, divididos por algunas formas circulares. Utilizé principalmente la gama de los colores cálidos, como el ocre y el rojo, en obras de gran formato. En mis cuadros convive la pintura y el relieve, pues en algunos casos apliqué polvo de mármol, para darle cuerpo y textura a las figuras.
¿De qué se compone esta muestra?
Son 32 obras, en las que los temas más recurrentes son mis propias emociones y mi vida personal. Es indudable que esta obra es subjetiva. Deseo reflejar la relación del ser humano con la naturaleza y con su entorno. Esta subjetividad de la que hablo refleja la complejidad que uno lleva dentro, tal como si fuera un jeroglífico o un mapa aéreo de la naturaleza humana.
¿Cómo surge la inspiración en su obra?
Dibujo mucho, y no es que siempre haga borradores para mis cuadros, lo que pasa es que practico los bocetos de forma continua. Hay veces en las que trato de pintar algo que tenía en un boceto, y en el proceso me doy cuenta de que no funciona. Me dejo influenciar generalmente por los colores y por el sentimiento que tenga en eso momento, es algo completamente impulsivo.
¿Cómo definiría su estilo?
Mi trabajo es muy primitivo, trabajo sobre la pintura fresca, primero la esparzo y luego dibujo sobre ella. Por ello, tengo un tiempo limitado de creación. No me considero un artista de producción constante. Siempre hago paréntesis. Los descansos que tomo dependen de los compromisos que vaya adquiriendo con los centros expositivos.
¿Cómo ha recibido su obra el público ourensano?
Estoy muy contento, la verdad es que en la Diputación me trataron muy bien, y a mis cuadros los han manejado con mucho cuidado, eso se demuestra con el excelente montaje que realizaron. Agradezco al director del centro y a toda la gente que ha colaborado con esta muestra y con la creación del folleto.
¿Dónde tiene su taller?
Yo vivo en Arcade, Pontevedra, un lugar famoso por la fiesta de la ostra, y justo ahí es donde tengo mi taller. Este lugar es en el que paso la mayor parte del tiempo cuando estoy creando mis obras. De hecho, la obra que se exhibe ahora en el Centro Cultural de la Diputación es única y original pues fue creada exclusivamente para este centro.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
No tengo nada concreto todavía, aunque si han habido algunas ofertas de gente interesada en mi obra actual. Creo que es el momento ideal para moverla por distintos centros artísticos de Galicia, e intentar vender algunas piezas.
¿Se puede vivir del arte?
No definitivamente. Al contrario, los artistas generalmente estamos en números rojos durante mucho tiempo, y la única esperanza que nos queda es vender alguna obra o ganar algún premio con una dotación económica importante. Yo no vivo del arte, y si arriesgo es por amor a él. Soy un artista modesto.
¿Cómo nace su relación con Ourense?
Una de mis primeras exposiciones fue en el Ateneo. Siempre me he sentido orgulloso de exponer aquí, pues creo que esta ciudad tiene espacios interesantes y atractivos. Además, el nivel cultural y artístico de Ourense destaca respecto a otras ciudades gallegas.
Mi objetivo principal en esta exposición fue darle un giro a mi estilo creativo, incorporando nuevas técnicas. La muestra se basa en los elementos geométricos, divididos por algunas formas circulares. Utilizé principalmente la gama de los colores cálidos, como el ocre y el rojo, en obras de gran formato. En mis cuadros convive la pintura y el relieve, pues en algunos casos apliqué polvo de mármol, para darle cuerpo y textura a las figuras.
¿De qué se compone esta muestra?
Son 32 obras, en las que los temas más recurrentes son mis propias emociones y mi vida personal. Es indudable que esta obra es subjetiva. Deseo reflejar la relación del ser humano con la naturaleza y con su entorno. Esta subjetividad de la que hablo refleja la complejidad que uno lleva dentro, tal como si fuera un jeroglífico o un mapa aéreo de la naturaleza humana.
¿Cómo surge la inspiración en su obra?
Dibujo mucho, y no es que siempre haga borradores para mis cuadros, lo que pasa es que practico los bocetos de forma continua. Hay veces en las que trato de pintar algo que tenía en un boceto, y en el proceso me doy cuenta de que no funciona. Me dejo influenciar generalmente por los colores y por el sentimiento que tenga en eso momento, es algo completamente impulsivo.
¿Cómo definiría su estilo?
Mi trabajo es muy primitivo, trabajo sobre la pintura fresca, primero la esparzo y luego dibujo sobre ella. Por ello, tengo un tiempo limitado de creación. No me considero un artista de producción constante. Siempre hago paréntesis. Los descansos que tomo dependen de los compromisos que vaya adquiriendo con los centros expositivos.
¿Cómo ha recibido su obra el público ourensano?
Estoy muy contento, la verdad es que en la Diputación me trataron muy bien, y a mis cuadros los han manejado con mucho cuidado, eso se demuestra con el excelente montaje que realizaron. Agradezco al director del centro y a toda la gente que ha colaborado con esta muestra y con la creación del folleto.
¿Dónde tiene su taller?
Yo vivo en Arcade, Pontevedra, un lugar famoso por la fiesta de la ostra, y justo ahí es donde tengo mi taller. Este lugar es en el que paso la mayor parte del tiempo cuando estoy creando mis obras. De hecho, la obra que se exhibe ahora en el Centro Cultural de la Diputación es única y original pues fue creada exclusivamente para este centro.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
No tengo nada concreto todavía, aunque si han habido algunas ofertas de gente interesada en mi obra actual. Creo que es el momento ideal para moverla por distintos centros artísticos de Galicia, e intentar vender algunas piezas.
¿Se puede vivir del arte?
No definitivamente. Al contrario, los artistas generalmente estamos en números rojos durante mucho tiempo, y la única esperanza que nos queda es vender alguna obra o ganar algún premio con una dotación económica importante. Yo no vivo del arte, y si arriesgo es por amor a él. Soy un artista modesto.
¿Cómo nace su relación con Ourense?
Una de mis primeras exposiciones fue en el Ateneo. Siempre me he sentido orgulloso de exponer aquí, pues creo que esta ciudad tiene espacios interesantes y atractivos. Además, el nivel cultural y artístico de Ourense destaca respecto a otras ciudades gallegas.
