PATRIMONIO

El "efecto Unesco" permite acceder a un fondo para una protección integral

Santiago es considerada un "referente" a la hora de una gestión "sostenible" del auge del turismo

El "efecto Unesco" tiene claras connotaciones positivas si se saben aprovechar unos recursos que a la Ribeira Sacra le vendrían como anillo al dedo. Para la protección, se abren las puertas a la recepción de las aportaciones del Fondo de Patrimonio Mundial para mantener y restaurar los diferentes bienes. Se disponen de hasta 70.000 euros para actuaciones de emergencia y otras ayudas de entre 4.500 y 27.000 para obras regulares. También se accede a una mayor financiación del Ministerio de Cultura.

También llega el impulso a través de la publicidad institucional, inclusión en las principales guías de viajeros... Así,  los expertos consideran que para urbes pequeñas como Cáceres, Cuenca o Ávila, el efecto de la inclusión en la lista de máxima protección de la Unesco es beneficiosa. Por el contrario, no es rentable para ciudades como Barcelona o Madrid, donde los costes para adecuarse a los requisitos se disparan. Por ello, no es fácil ver grandes ciudades en el listado.

En Galicia, los lugares catalogados como Patrimonio de la Humanidad también han notado los efectos con el paso de los años. Notable es el tirón que se ha producido en la Torre de Hércules (A Coruña). Desde 2009, los turistas no han parado de subir, y en 2017 se alcanzó un récord de 132.100 visitantes, previsiblemente superado ya el año pasado. 

El Casco Histórico de Santiago es Patrimonio Mundial desde 1985, "y debido a esta condición, tiene el índice turístico más elevado de las comarcas gallegas", según reflejan Olga Martínez Moure y Raquel García Revilla, en "La contribución de las ciudades Patrimonio de la Humanidad al desarrollo turístico: el caso de Santiago de Compostela". 

Estas dos investigadoras destacan que la capital gallega "ha tenido una importante cantidad de actuaciones en pro de favorecer y de poner en valor el patrimonio, pero siempre teniendo en cuenta la capacidad de carga turística", con una gestión sostenible que no ha visto mermada la vida de los oriundos. Es "referente", al igual que Úbeda-Baeza.


Más renta por habitante


Otro referente, más cercano en tipología a la Ribeira Sacra, es el del paisaje natural de Doñana. Lleva ya más de un cuarto de siglo en la lista de la Unesco, y en su paraje viven cerca de 200.000 habitantes. Como muestra de los efectos, solo entre 1991 y 2008, la renta media por habitante había pasado de 1.800 a 5.100 euros. Pese a que en los últimos años las organizaciones ecologistas alertaron de la "amenaza" de ese espacio por los "cultivos ilegales". Sin embargo, la Unesco retiró a Doñana de su lista de advertencia. 

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