Los casos de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) no dejan de crecer en la provincia. “Ya ocupa un lugar muy importante en las patologías crónicas”, resalta Hugo Gómez, neumólogo en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). La patología, caracterizada por la fatiga y la falta de aire, está vinculada directamente con el hábito tabáquico, por lo que los sanitarios ponen el foco en la prevención: “Se puede evitar prácticamente al 100% si no se fuma”.
Actualmente, se estima en 20.000 el número de ourensanos que padece la enfermedad, aunque no todos están diagnosticados. “Siete de cada diez personas que tienen EPOC no se someten a la prueba de la espirometría, por lo que no se detecta”, señala Gómez. Ayer, en el Día Mundial de la EPOC, el equipo de Neumología colocó un punto informativo en el CHUO, en el que se ofrecían espirometrías gratuitas al público. “Esta prueba permite determinar la edad pulmonar, si hay obstrucción en la vía aérea y cuánto está obstruida por el hábito tabáquico”, detalla el facultativo.
El consumo acumulado influye en el desarrollo de la enfermedad: fumar una cajetilla diaria (20 cigarrillos) durante 10 años, o media cajetilla durante 20 años, es un factor de riesgo clave. En lo que va de 2023, los ourensanos han consumido más de 10 millones de cajetillas de cigarrillos. Los profesionales recuerdan que dispositivos como los vapeadores o las pipas de agua también pueden provocar EPOC. Los pacientes son diagnosticados a partir de los 35 años, y cada vez hay más mujeres.
Aunque no existe una cura, Gómez asegura que los tratamientos logran estabilizarla: “Es importante que el paciente siga las recomendaciones. Quienes se encuentran en estadios iniciales o moderados pueden hacer una vida prácticamente normal”, afirma. En los casos más avanzados, la persona puede necesitar ventilación mecánica, oxígeno o, incluso, un trasplante de pulmones.
