ENTREVISTA

Elvira Blanco: ‘Falta concienciar a la población de que la insuficiencia cardiaca se evita'

06.06.16.OURENSE.CHUO.ENTREVISTA A CARDIOLOGA.
photo_camera Elvira Blanco Labrador.

En la provincia, fallecieron en 2014, 177 personas por insuficiencia cardíaca, siendo la tercera causa de muerte

Cada año fallecen en la provincia alrededor de 170 personas por insuficiencia cardíaca, convirtiéndose en la tercera causa de muerte. Concretamente, los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) elevan a 177 los óbitos por esta causa en 2014, lo que se traduce en casi un fallecimiento cada dos días. En España, 45 personas pierden la vida cada día porque el corazón no bombea la suficiente sangre al organismo. La jefa de Servicio de Cardiología del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, Elvira Blanco Labrador, explica las particularidades de esta patología con motivo del Día Europeo de la Insuficiencia Cardiaca, que se celebra mañana.

Me gustaría comenzar con una definición de insuficiencia cardíaca. 

Es muy complejo definirlo. Es un síndrome muy complejo que es la vía final común de muchas patologías. Podríamos decir que se trata de una situación fisiopatológica en la cual el corazón es incapaz de bombear la cantidad de sangre suficiente para abastecer las necesidades del organismo. No es una definición científica, pero sí de campo y de divulgación.

La incidencia de la insuficiencia cardíaca en la población ourensana sigue una tendencia al alza, especialmente en la última década. ¿Está directamente relacionada con el envejecimiento poblacional? 

Sí. Tiene que ver porque son grupos de población que tienen más comorbilidad -presencia de más de una patología- y porque se ha prolongado la vida de los pacientes diagnosticados con las causas principales de la insuficiencia cardíaca, que son la cardiopatía hipertensiva y la cardiopatía isquémica. Es más fácil la aparición de la insuficiencia cardíaca porque es el estadío final de estas enfermedades. Es decir, tiene fundamentalmente que ver con la mejora en el tratamiento y con la edad.

Hablando de factores de riesgo, ¿cuáles son los que afectan a la insuficiencia cardíaca? 

Entendemos como factores de riesgo todos aquellos que llevarán al desarrollo de la enfermedad. Si los evitamos, impediremos el desarrollo de la insuficiencia cardíaca. La hipertensión, la cardiopatía isquémica la diabetes, el tabaquismo, el alcohol y otras drogas, la obesidad y patologías menos frecuentes, como la tiroidea, son los principales factores de riesgo. Por ejemplo, si el hipertenso consigue un control adecuado de la tensión arterial, no padecerá insuficiencia cardíaca.

¿Qué síntomas caracterizan a esta enfermedad? 

El más característico es la disnea, entendida como la sensación subjetiva que tienen una persona de que no le llega el aire. También la fatigabilidad. La gente comienza a notar que lo que hacía habitualmente no lo puede hacer porque se cansa mucho. Además, hay otros que aparecen más tardíamente, como los edemas. 

¿Cuenta Ourense con los suficientes medios humanos y técnicos para llevar a cabo la hospitalización a domicilio de pacientes frágiles y pluripatológicos con insuficiencia cardíaca? 

Aquí tenemos un servicio de hospitalización a domicilio que es muy eficiente. El HADO funciona muy bien en Ourense y concellos limítrofes, pero no es una hospitalización para todos los pacientes. Está destinada a aquellos que tienen un grado ligero de descompensación, o los que no necesiten ninguna técnica que precise ingreso hospitalario, entre otros.

Los datos recientemente publicados arrojan que Ourense es una de las provincias con más población obesa. Hay corrientes que la definen como un protector. ¿Cómo influye en las enfermedades coronarias? 

Es un factor de riesgo para desarrollar todas las patologías que van a acabar en insuficiencia cardíaca; es decir, es un factor de riesgo para la cardiopatía isquémica, para la diabetes, para la hipertensión, etcétera. 

Una parte importante de todas las patologías son las medidas preventivas. ¿Cuáles destacaría al hablar de insuficiencia cardíaca? 

Todas las que puedan evitar aquellas enfermedades cuyo estadío final es la insuficiencia cardíaca, fundamentalmente la cardiopatía isquémica y la hipertensión arterial. La prevención es muy importante. De hecho, la prevención primaria en la cardiopatía isquémica es una de las más importantes: control del colesterol, de la diabetes, de la tensión arterial, alimentación sana (mediterránea), no fumar, ejercicio físico diario o evitar hábitos tóxicos son las más importantes de una larga lista.

¿Y está la sociedad concienciada de todo esto? 

En absoluto. Falta una labor muy importante en la prevención primaria de concienciar a la población de que la patología se puede evitar si se evitan los factores de riesgo. Una vez que ya se ha desarrollado la enfermedad, no tiene vuelta atrás. También es necesaria la implicación de Atención Primaria.

¿Y autoconciencación? 

Evidentemente, sí. La gente no se lo cree hasta que ya tiene la enfermedad. Tienen que entender que lo que dicen los estudios es sí o sí. Si explican que el tabaco es un factor de riesgo es que lo es realmente. No quiere decir que vayas a desarrollar un cáncer de pulmón si fumas, pero sí que tienes muchísimas más posibilidades de hacerlo que la persona que no lo hace. Fumar es malo, pero nadie puede dejar de fumar por ti. Caminar media hora cinco días a la semana es bueno, pero nadie puede andar por ti. Falta autoconcienciación.

Y a los pacientes que ya están diagnosticados de insuficiencia cardíaca, ¿qué se les recomienda? 

Tienen que seguir llevando a cabo la prevención primaria que les manda su cardiólogo o su médico: la dieta, el ejercicio físico, el control de líquidos y colesterol y seguir estrictamente la medicación que le manda su facultativo de Atención Primaria junto con el especialista.

Vivimos en un país referente en materia de trasplantes. ¿Tienen buen pronóstico los pacientes que se someten al tratamiento?

Sí. Es un tratamiento de estadíos muy avanzados en pacientes jóvenes -el límite de trasplantes está alrededor de los 65 años- cuando ya no existe otra opción terapéutica. Es una gran solución con muy buen pronóstico.

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