Luis Menor Pérez (Pereiro de Aguiar, 1964) es el responsable de que Galicia se acueste cada noche con la tranquilidad de que siempre hay alguien alerta.
¿Qué pensó cuando Alfonso Rueda le ofreció sustituir a Santiago Villanueva al frente de la Dirección Xeral de Emerxencias e Interior y de la Academia Galega de Seguridade?
Un agradecimiento enorme porque esta dirección xeral supone un poso de confianza muy importante. Lleva también la jefatura de la Unidad de Policía Adscrita, la seguridad del presidente. Las emergencias tienen una enorme importancia, como la formación de estos cuerpos. La gratitud es inmensa. Conocí al vicepresidente en el 2009, confió en mí primero como jefe territorial en Ourense, me promocionó inmediatamente a la secretaría de la delegación y quiso que ahora lo acompañara en Santiago. La responsabilidad es muy grande, como también el agradecimiento por la confianza depositada.
¿Cuántas veces mira al día el móvil el responsable de la seguridad de Galicia?
Es una de las servidumbres más importantes del cargo. No le sabría decir, pero cientos de veces. La dirección es muy amplia, las emergencias pueden surgir en el momento más insospechado y nunca se puede bajar la guardia.
¿Cuánto duerme?
Ya dormía poco, pero ahora duermo menos. Como mucho duermo seis horas y media y con el móvil al lado.
¿Vivía mejor como secretario territorial o como jefe de Presidencia en Ourense?
No tiene nada que ver. Fue un largo proceso pasar de los delegados territoriales a uno solo, pero se constituyó un grupo homogéneo de trabajo que funcionaba muy bien. Modestamente, creo que buena parte de este ascenso se lo debo a ese grupo con Rogelio Martínez a la cabeza. Fue mi carta de presentación para venir a Santiago, pero es evidente que mis condiciones laborales o familiares han empeorado. El trabajo allí era más reglado y administrativo, no había las emergencias salvo alguna cuestión puntual.
¿Qué nota le pondría al servicio de emergencias gallego?
Es muy difícil, en emergencias nunca podemos estar satisfechos. Yo le pondría un notable alto porque es muy difícil alcanzar el sobresaliente. Y le daría esa nota por dos razones: por los grandísimos profesionales que hay en los distintos cuerpos que intervienen en emergencias y continúan formándose y también por los medios. Se ha hecho un esfuerzo muy importante. En el último año hemos pasado de los seis millones en dotación de material, el 112 tiene más de 13 millones ahora de inversión, cada año en los consorcios de bomberos gasta la Xunta ocho millones prácticamente. Son cifras muy importantes que, aunque todo es susceptible de mejora, también hacen que estemos razonablemente satisfechos del nivel.
Llegó después de la tragedia de Angrois. ¿Cuál ha sido su momento más difícil?
El accidente del Rally de Carral, recientemente el incendio de Fandicosta por la extraordinaria repercusión que tuvo y por la situación que vivimos de verdadero peligro y también las inundaciones de esta primavera como las de Sada.
Después entramos en la polémica de Fandicosta. ¿A cuántas personas coordina o están a su cargo?
La cuestión es coordinar. En el 112 hay trabajando unas 100 personas, en la dirección y en la subdirección de Emerxencias están sobre 30, pero la clave es todo lo que mueves. El 112 mueve todo, aunque las emergencias sanitarias las derivamos a Sanidad o damos la alerta de los incendios forestales que después los gestiona el 085. Nosotros movemos directamente las emergencias que son cubiertas con bomberos y entre los de las capitales y los de los consorcios hay casi 1.000 efectivos, los GES (Grupo de Emergencias Supramunicipal) son 25 con más de 400 efectivos. Y tenemos un enorme potencial, algo muy singular de Galicia, que es Protección Civil; se trata de un pequeño ejército constituido por más de 4.500 personas formadas y aseguradas.
¿Cuál es el tiempo medio de respuesta desde que alguien llama al 112?
El tiempo medio de atención de una llamada es de cuatro segundos y el de la gestión de una emergencia y dar una solución es de 28 segundos.
¿Cuántas llamadas atienden al año?
El número de llamadas en el último año fue de un millón ochenta y tres mil. En el 112 estamos optimizando recursos eliminando llamadas falsas. En el 2012 fueron más de un millón y medio y se ha disminuido. Las emergencias atendidas en cambio han pasado de 192.000 en ese año a 201.000 en este último. La tendencia es a optimizar los recursos. Nuestro sistema permite discriminar aquellas llamadas que técnicamente y en la ley se denominan maliciosas de la emergencia real. Las llamadas del ámbito sanitario representan el 29% y, un dato curioso, el año pasado tuvimos 4.607 avisos por velutina o avispa asiátiva, 13 de promedio al día. El grado de satisfacción del usuario es de un 93,45%. Estamos auditados externamente y hemos recibido un premio concedido por la asociación europea de los servicios de emergencias.
¿Cómo es el proceso para que los gallegos podamos dormir tranquilos?
La llamada se atiende en un promedio de cuatro segundos y a continuación se 'geolocaliza' la emergencia, se tipifica con un protocolo claro de preguntas y a partir de ahí se hace el despacho de medios. Puede que los movilicemos nosotros, como los bomberos, GES o Protección Civil o avisamos a Sanidad, Medio Rural...
¿Qué pasó en el incendio de Fandicosta en Moaña, porque se criticó la descoordinación?
Inicialmente hay que distinguir entre lo que puede hacer el 112 y lo que es la operatividad de la emergencia. El 112 recibe una llamada y las referencias que nos dan los empleados hablan de un incendio en un almacén con papelería. Ahora mismo hay un criterio de competencia territorial. La provincia de Pontevedra está dividida en territorio municipal; que son aquellos municipios que tienen un servicio de bomberos propio y en esa provincia sólo poseen el Concello de Vigo y el de Pontevedra, y el resto es territorio consorcio. Ese servicio lo tiene que prestar el consorcio provincial que está presidido por la Diputación y con el 50% de la aportación de la Vicepresidencia de la Xunta. Esto sólo se saltaría en una circunstancia excepcional de movilización. Hubo informaciones contradictorias que han sido desvirtuadas con las grabaciones del 112 que ya están en el Parlamento. Se dio un relato de hechos que es mentira. Dijeron que la crítica era de los bomberos de Vigo cuando vino de una plataforma sindical y se han vertido determinadas mentiras. El personal de la empresa los llamó a ellos tres minutos antes, pudieron haber salido porque nosotros no teníamos conocimiento de la emergencia o pudieron habernos llamado como hicieron 13 minutos después.
¿Les dijo el 112 que no salieran?
Se insiste en que desde el 112 se les dijo que no salieran y en algún momento dicen que se les mandó salir y luego se les ordena regresar y es absolutamente falso. A los 13 minutos nos preguntan si sabemos que hay un incendio, respondemos que sí y les contamos que hemos movilizado a los bomberos de O Morrazo porque es territorio. Nosotros en ese momento no tenemos ningún dato de un incendio de tal magnitud como para movilizar a los bomberos de Vigo. En ningún momento se les prohíbe salir. A los 45 minutos nos llaman para comunicar que salen y les decimos adelante. Es mentira que les hayamos prohibido salir y también que les hayamos ordenado regresar a base. Quiero incidir en el resultado de la gestión. Hubo una nube tóxica y gestionamos el confinamiento de la población sin un solo intoxicado en una zona densamente poblada, se cortó la AP-9 y no se produjo ningún accidente por alcance ni hubo un solo herido. Claro que se puede mejorar la coordinación, pero el resultado nadie lo puede negar porque pudo haber una explosión de un tanque de amoníaco y salvamos dos de las tres naves porque la otra fue imposible. Otra cuestión es cambiar el criterio en el lugar adecuado. Ferrol está comarcalizado y esto no hubiese pasado allí con la misma estructura.
Ha comenzado la campaña contra los incendios forestales. ¿Qué papel asume la Dirección Xeral de Emerxencias?
La competencia de un incendio estrictamente forestal es de Medio Rural, lo que sucede es que Galicia es como es y en poco tiempo se convierte en un incendio urbano. El otro día presentamos en Pontevedra dos grandes camiones nodrizas para abastecer de agua a los equipos de extinción de incendios y uno estará en Ourense. Fueron adquiridos con fondos europeos para las emergencias en zonas transfronterizas y se los hemos cedido a Medio Rural para su utilización porque los necesitan en la campaña. La colaboración es constante. Somos Xunta y somos Galicia, tenemos que colaborar todos aunque cada uno tienen sus competencias y no debemos invadirlas. La extinción cuando afecta a una población ya se convierte en un problema de protección civil y la competencia es nuestra, siempre en colaboración con Medio Rural.
Se lo pregunto porque en cada campaña hay quejas por no existir un mando único.
Eso se ha mejorado con la aprobación del plan especial de prevención de incendios forestales en el 2013. Somos la tercera comunidad de España que lo ha hecho y se ha conseguido una mayor coordinación. Sobre el papel está claro quién es el responsable de la extinción. Si es forestal, la autoridad competente es Medio Rural y los demás ayudamos. Cuando se convierte en un incendio con riesgo para la población la responsabilidad es de Protección Civil. Conozco la situación de primera mano y la coordinación está mejorando extraordinariamente porque todo el mundo es consciente de la situación. Por ejemplo, Ourense es pionera en la realización de comités integrados de lucha contra incendios forestales en los que están representados todos los que tienen algo que decir. Se hacen por distritos forestales y cada vez está más engrasada la maquinaria.
Estamos en vísperas de las elecciones gallegas ¿Cree que se hace política con los incendios?
Lo real es eso, lo deseable con los grandes temas sería no hacer política sino aportaciones. El Gobierno tiene que escuchar y la oposición aportar ideas en vez de utilizar los incendios como una medida de desgaste. Hay un dato muy esperanzador: el número de incendios baja extraordinariamente. La tendencia es clara porque hay más concienciación, prevención y vigilancia.
Usted también es responsable de Interior y tiene el mando de la policía autonómica. ¿Cree que es un cuerpo reconocido por los ciudadanos y saben sus tareas?
Pues tengo que decir que probablemente no lo suficiente, pero desde el Gobierno estamos en una dinámica en la que la policía autonómica cada vez va a tener un mayor papel. Y lo digo porque le está prestando unos servicios a Galicia que muchas veces no son conocidos, quizá en parte porque no lo hemos sabido transmitir adecuadamente. La policía autonómica es responsable de casi la mitad de los detenidos por incendios forestales con un número de efectivos infinitamente inferior a otras fuerzas y cubre un territorio importante. También destaca en la lucha contra el furtivismo en colaboración con la Consellería do Mar, denuncias medio ambientales, la protección del patrimonio cultural y este año tengo el inmenso honor de dirigir a la policía autonómica en el momento en el que se cumplen los 25 años de presencia en Galicia. Lo celebraremos en septiembre y coincide con una nueva etapa porque el nivel de cobertura de puestos desde el año 2013 es de más del 90%, ya que tenemos casi 450 policías de un catálogo de 500 cuando hubo épocas en los que había poco más de 300. Esto nos permite prestar buenos servicios y uno que estamos arrancando, en colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía, es la protección de las mujeres víctimas de violencia de género. Creemos que estas actuaciones van a servir para que la unidad de policía autonómica sea más conocida y reconocida porque los servicios que presta a Galicia son muy importantes.
¿Son muy pedigüeños los concellos con el director xeral de Emerxencias?
Con 22 años fui concejal en Pereiro de Aguiar durante dos mandatos no consecutivos y en los genes del político municipal tiene que estar la reivindicación. Si no lo hace está perdido y no es un buen político porque no estaría atendiendo las demandas de los vecinos. Si volviese a la política municipal sería un auténtico pedigüeño. El año pasado dimos mucho material a los concellos para las emergencias y este año hemos sacado otra orden y todo el mundo vuelve a pedir porque quiere tener la mayor dotación posible, pero también es cierto que casi la totalidad de los que te llaman cuando les explicas las razones por las que no pudo ser atendida su petición, lo entienden y la relación es muy fluida.
Sigue viviendo en Ourense...
Sí, para mí Ourense, Pereiro de Aguiar y Taboadela, porque sino lo digo me riñe mi mujer, es mi realidad, aunque pueda sonar poético. Allí están mi familia, mis amigos, desarrollé mi actividad profesional... Ourense para mí lo es todo.
Su antecesor en el cargo, Santiago Villanueva y también ourensano acabó de delegado del Gobierno. ¿Y usted ?
Me alegro por Santiago, que es gran amigo, que haya terminado de delegado del Gobierno. No sé si yo reuniré los requisitos que él atesora, pero le confieso que mi ambición personal está absolutamente colmada. Ahora bien, cuando Alfonso Rueda me ofreció este puesto le dije que sí al momento. Hay que agradecer que piensen en ti para desempeñarlo.
