Hasta 3.000 emigrantes retornados pasaron por la Oficina Integral de Asesoramento e Seguimento ao Retorno que lleva abierta dos años en Ourense. Más del 50% eran venezonalos, aunque también acudieron numerosos cubanos, mexicanos y argentinos. En menor medida, llegaron a sus puertas retornados que se habían ido a Suiza y Alemania. Y es que esta oficina se creó para ayudar, en tiempos de pandemia, a los hijos, nietos o incluso bisnietos de los que a principios del siglo XX se marcharon de Galicia.
Es un organismo al que se llega casi siempre en situación precaria: “La mayoría de personas que acuden a nosotras tienen un nivel socioeconómico bajo, por lo que la solicitud más común son las ayudas”, explica Belmira Castro, que junto a Sandra Diéguez atienden a una media de cuatro personas diarias.
En Ourense, el 50% de los retornados que buscan ayuda superan los 45 años de edad. Son casos de difícil reinserción laboral a los que las trabajadoras ponen en contacto con asociaciones y empresas para tratar de que empiecen a trabajar. La otra parte del porcentaje se corresponde con personas con un perfil emprendedor: “De inicio no vienen con esa mentalidad pero a lo largo del tiempo ven que es complicado que les contraten y acaban optando por sus propios negocios”, señalan desde la oficina. En este ámbito los destinos son muy dispares: “Pocos abren su propio establecimiento. Encontramos más que deciden trabajar en el ámbito sociosanitario y otros se decantan por el mantenimiento o la limpieza de fincas”, indica Castro.
El proceso no es sencillo. Aparecen numerosas dificultades “porque la mayor parte de ellos vienen acostumbrados a regulaciones poco exigentes, así que nos encontramos que para ejercer su actividad tienen que darse de alta en la Seguridad Social, en Hacienda y presentar numerosas declaraciones”, explican las trabajadoras.
A la presentación de este organismo, que se realizó ayer en el edificio de la Xunta de la Avenida de la Habana, también acudió el Secretario Xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda. Relató que desde la oficina se pretende “levar da man aos galegos que volven, aos que naceron aquí e perderon os costumes e a forma de facer trámites administrativos”. Entre ellos destaca los retornados que aunque sean de familia gallega no tienen la nacionalidad española: “Tamén os levariamos a facer eses trámites para que consigan os permisos de residencia”, apunta.
Sobre todo venezolanos
Más allá de la variable de galleguidad, el cómputo global arroja que 7.000 ciudadanos de los casi 305.000 residentes de la provincia proceden de Venezuela. De estos, 381 llegaron en 2020 pese al covid y otros 99 en el primer trimestre de 2021. Son el grupo de procedencia más numeroso entre los casi 40.000 registrados en Ourense. A este país le sigue Portugal (6.262), Suiza (2.979), Alemania (2.585), Colombia (1.961), Brasil (1.981), Francia (1.860), México (1.599), República Dominicana (1.493), Cuba (1.459), Argentina (1.153), Rumanía (987) y Marruecos (980).
