Emilio Fernández: "La ciudad no está nada preparada para tener un carril de bicicletas"

Emilio Fernández.
photo_camera Emilio Fernández.
Entrevista en profundidad al impulsor del Día de la Bici

¿Cómo surge el Día de la Bici?

Por aquel entonces tenía un grupo (que sigue manteniendo) con el que salía a hacer rutas. Un día nos juntamos y se nos ocurrió la idea, fue de casualidad. Era una locura pensar en cortar la ciudad, lo es incluso hoy.  Pero  queríamos darle un ambiente a la jornada, el adecuado para que los niños se animasen. 

¿Era el público que buscaban?

Son muy importantes. Una sociedad en la que los niños disfrutan y son felices, es sana. H.G. Wells decía “cuando veo a un niño en bicicleta, no pierdo las esperanzas en el ser humano”. También hay que tener en cuenta a las niñas, que antes eran poquísimas. Menos mal que ahora el ciclismo femenino está más al día. Es absurdo hacer distinciones entre niños y niñas. 

¿El éxito del evento fue aumentando con los años?

Al principio éramos un grupo de amigos y otro de desconocidos. Eran los años 80 y el evento algo muy nuevo. Además, nos dimos cuenta de que necesitábamos motivar al público con algo. Empezamos dando unas gorras con unas bolsas -que ya nos facilitaba La Región-, también haciendo un sorteo. Fue un éxito.

¿Cómo se pagaba todo aquello?

Evidentemente, nosotros no podíamos hacerlo, pero formamos un cuadrado perfecto con el que conseguimos una subvención y poder organizarnos. Por un lado, estábamos el grupo con la idea. Por otro, mi mejor amigo, Ángel Cid, quien trabajaba en la Diputación por aquel entonces y nos ayudó. También era importante la aprobación del entonces presidente, Victorino Núñez. Pero sin duda, fue fundamental la colaboración del entonces jefe de la Policía Local de Ourense. 

¿Ourense es una ciudad amable para el ciclismo? ¿Es viable un carril bici?

No. Además, la ciudad no está preparada para el carril bici en ningún sentido. Es incoherente tal y como están dispuestas las vías. Cuando se hace una obra tiene que durar generaciones y un carril bici que se adapte a Ourense es muy complicado de pensar porque el carril no entra en las calles. Solo habría una posibilidad: que todas las carreteras tuviesen un único sentido. Así se conseguiría un tráfico fluido, no habría atascos y cabrían los ciclistas. 

¿Qué opciones quedan para practicar este deporte?

Hay que salir de aquí y utilizar las vías interurbanas. Hay carreteras muy bonitas en la provincia. Además, se deben recorrer con calma, sin prisas, el porcentaje de sufrir un accidente disminuye. 

¿Siempre va en grupo?

En cuarenta años andando en bicicleta, creo que fui solo cuatro veces. Es más seguro porque te ven mejor y cuanta más cantidad de nosotros estemos, hay más respeto en la carretera.  Tenemos programadas rutas desde enero hasta octubre. Vamos en grupos de tres o cuatro y llevamos el mismo ritmo. 

¿Qué opina de los últimos atropellos a ciclistas que ocurrieron en España? ¿Son especialmente vulnerables?

Corremos peligro. Pero nosotros mismos somos la pieza clave para afrontarlo. A los conductores no les van a importar tanto las reglas porque no respetan el deporte.

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