Las termitas fueron las causantes del derrumbe de parte del techo de un soportal de la Plaza Mayor. Según los técnicos del PERI, el edificio carece de problemas estructurales, a la espera de un informe externo.
Las sospechas que se barajaron el pasado 30 de mayo cuando se derrumbó parte del techo de uno de los soportales de la Plaza Mayor (en la esquina con la rúa das Tendas) han sido confirmadas por los técnicos de la Oficina del Plan Especial de Reforma Interior (PERI) del casco histórico. Según el informe que elaboraron, la causa del derrumbe fueron las termitas, que carcomieron la madera, aunque sin lamentar daños personales.
La presencia de estos insectos no es nueva en la zona monumental, ya que varios edificios sufrieron sus consecuencias en los últimos años. No obstante, fuentes municipales del BNG destacaron que, en su opinión, el problema tuvo su origen hace más de diez años, cuando el Concello -entonces liderado por Manuel Cabezasdecidió revestir los techos de este soportal con escayola y pintura, pero sin verificar antes el estado de la madera.
Los técnicos reflejaron en el informe que el edificio carece de problemas estructurales, ya que las catas efectuadas el pasado viernes sólo detectaron problemas de carcoma en el citado techo del soportal. No obstante, han requerido la presencia de una empresa especializada en termitas con sede en A Coruña (no han querido precisar su nombre) para que realice un estudio global del inmueble, con el fin de descartar definitivamente la presencia de más carcoma y para que realice un estudio para proceder a la reforma de la madera deteriorada y a su desinfección. Esta empresa acudirá en la mañana a inspeccionar el inmueble, según fuentes municipales.
Tal y como avanzó el arquitecto responsable del PERI el pasado viernes, César Pichel, los gastos derivados de dicha reparación correrán a cargo del Concello, dado que los soportales están considerados como bien municipal público y la carcoma no estuvo provocada por un deficiente mantenimiento de los propietarios del inmueble, que está completamente rehabilitado. A falta de conocerse el presupuesto, el Concello baraja sufragar este gasto a cargo de los fondos del Programa Urban.
La falta de ventilación de la techumbre agravó el problema
Las termitas son insectos sociales extraordinariamente complejos por su estructura (similar a la de las abejas). En la naturaleza cumplen su función degradando la madera muerta, pero en las casas y ciudades se convierten en una plaga por los daños económicos que causan, ya que pueden aparecer en vigas, parqués, marcos de puertas y ventanas, muebles e incluso papeles.
Los factores que pueden provocar su aparición son muy variados, ya que la madera en las casas puede atraerlas y si existen humedades, este hecho actúa como factor amplificador de un ataque de termitas. En el caso de la Plaza Mayor, al estar las vigas en un falso techo, la situación se agrava debido a la deficiente ventilación.
A falta de que se conozca el estudio de la empresa especializada en eliminar la plaga, el sistema tradicional consiste en el control de las termitas en la zona limitada, que se realiza mediante el aislamiento de la madera con termicidas específicos para cada tipo de material a tratar. Estos productos químicos deben conjugarse con otros de tipo protector para la madera, con el fin de eliminar los insectos que estén en su interior e inmunizar a la viga del peligro de nuevos ataques.
La presencia de estos insectos no es nueva en la zona monumental, ya que varios edificios sufrieron sus consecuencias en los últimos años. No obstante, fuentes municipales del BNG destacaron que, en su opinión, el problema tuvo su origen hace más de diez años, cuando el Concello -entonces liderado por Manuel Cabezasdecidió revestir los techos de este soportal con escayola y pintura, pero sin verificar antes el estado de la madera.
Los técnicos reflejaron en el informe que el edificio carece de problemas estructurales, ya que las catas efectuadas el pasado viernes sólo detectaron problemas de carcoma en el citado techo del soportal. No obstante, han requerido la presencia de una empresa especializada en termitas con sede en A Coruña (no han querido precisar su nombre) para que realice un estudio global del inmueble, con el fin de descartar definitivamente la presencia de más carcoma y para que realice un estudio para proceder a la reforma de la madera deteriorada y a su desinfección. Esta empresa acudirá en la mañana a inspeccionar el inmueble, según fuentes municipales.
Tal y como avanzó el arquitecto responsable del PERI el pasado viernes, César Pichel, los gastos derivados de dicha reparación correrán a cargo del Concello, dado que los soportales están considerados como bien municipal público y la carcoma no estuvo provocada por un deficiente mantenimiento de los propietarios del inmueble, que está completamente rehabilitado. A falta de conocerse el presupuesto, el Concello baraja sufragar este gasto a cargo de los fondos del Programa Urban.
La falta de ventilación de la techumbre agravó el problema
Las termitas son insectos sociales extraordinariamente complejos por su estructura (similar a la de las abejas). En la naturaleza cumplen su función degradando la madera muerta, pero en las casas y ciudades se convierten en una plaga por los daños económicos que causan, ya que pueden aparecer en vigas, parqués, marcos de puertas y ventanas, muebles e incluso papeles.
Los factores que pueden provocar su aparición son muy variados, ya que la madera en las casas puede atraerlas y si existen humedades, este hecho actúa como factor amplificador de un ataque de termitas. En el caso de la Plaza Mayor, al estar las vigas en un falso techo, la situación se agrava debido a la deficiente ventilación.
A falta de que se conozca el estudio de la empresa especializada en eliminar la plaga, el sistema tradicional consiste en el control de las termitas en la zona limitada, que se realiza mediante el aislamiento de la madera con termicidas específicos para cada tipo de material a tratar. Estos productos químicos deben conjugarse con otros de tipo protector para la madera, con el fin de eliminar los insectos que estén en su interior e inmunizar a la viga del peligro de nuevos ataques.
