La empresa Raisin Dor, iniciativa de la empendedora ourensana Sonia Pérez, sacará al mercado en junio su primera partida de vino sin alcohol. En países como Alemania o Francia cuenta ya con un importante consumo, por lo que decidió abrir una inves tigación para desarrollar su propio vino, que de momento desalcoholiza en Alemania, aunque a final de año tendrá su propio equipo para ello. La primera partida que se comercializará será de 50.000 botellas de tinto y podrá encontrarse en restaurantes.
Al igual que hay cerveza o licores sin alcohol, también puede existir mercado para el vino sin alcohol. Fue la idea de la que surgió Raisin Dor, una empresa promovida por una joven ingeniera técnica agrícola ourensana, Sonia Pérez, cuya sede estableció en el Parque Tecnológico. A raíz de ello realizó un estudio de mercado en el que detectó que en países como Alemania y Francia ya existía un importante consumo y que también en España, con gran tradición vinícola, podría funcionar entre diversos colectivos: embarazadas, personas mayores o con alguna enfermedad que impide el consumo de alcohol, conductores profesionales o gente que va de cena y tiene que conducir.
Para ello, realizó una investigación en la que desarrolló las cualidades organolépticas y sensoriales (sabor, olor y textura) del vino, que debe pasar una desalcoholización similar a la de la cerveza. Según explica, es un proceso poco agresivo, en el que se evapora el etanol, que lleva también los aromas y sabores que luego se reincorporan al vino hasta alcanzar los parámetros deseados.
Características
El resultado es una bebida con el sabor del vino joven, suave y afrutado, aunque se nota diferencia con el vino con alcohol. No obstante, está desarrollando otras investigaciones para aumentar el contenido de polifenoles (los que dan la capacidad antioxidante) de las uvas de modo natural, aumentando los beneficios del vino y quitándole el alcohol. Tenemos el producto, pero se puede seguir mejorándolo, apunta. La primera partida estará en el mercado en junio. De momento, el vino se desalcoholiza en Alemania, y aquí se ajustan parámetros, lo embotellan y distribuyen. Para ello, utiliza tempranillo de La Mancha, que se ajusta mejor en precio y características. No obstante, en el futuro no descarta comercializar vino gallego sin alcohol y ofrecer su planta desalcoholizadora a bodegas, para que vendan su propia variedad desalcoholizada. Además, por el momento este producto no puede llamarse legalmente vino, sino que en su etiqueta trasera incluye la denominación de bebida a base de vino desalcoholizado. Sonia Pérez espera que, si crece el mercado y hay apoyo de bodegas, pueda ser reconocido como tal.
Raisin Dor incorporará su propio equipo de desalcoholización hacia final de año, en principio en Santiago (está compatibilizando su trabajo en otra empresa en Compostela con este proyecto), si bien su objetivo es trasladarlo a una nave en el Parque Tecnológico, ya que, como ourensana, desea que esta iniciativa crezca aquí.
Lo complicado es obtener financiación
Además del apoyo de la empresa en la que trabaja en Santiago, Sonia Pérez contó con ayuda de las universidades de Santiago y Vigo, así como la Misión Biológica de Galicia, entre otros. Esta emprendedora de 27 años sostiene que constituir la empresa no fue difícil. Lo complicado es obtener financiación, puntualiza. No obstante, su plan de empresa recibió el Premio Jóvenes Emprendedores Bancaja, y el segundo premio Ideas de la Fundación Una Galicia Moderna, que ayudaron a financiar el proyecto.
Sonia Pérez se muestra optimista sobre las posibilidades de este vino y ya tiene en mente el desarrollo de nuevos productos, aunque todavía están en fase inicial, entre ellos un vino energético (como un Red Bull pero sin alcohol, explica). Además, trabaja para demostrar científicamente las propiedades del vino para que en el futuro pueda incorporar la etiqueta de saludable, que debe otorgar la UE.
Para ello, realizó una investigación en la que desarrolló las cualidades organolépticas y sensoriales (sabor, olor y textura) del vino, que debe pasar una desalcoholización similar a la de la cerveza. Según explica, es un proceso poco agresivo, en el que se evapora el etanol, que lleva también los aromas y sabores que luego se reincorporan al vino hasta alcanzar los parámetros deseados.
Características
El resultado es una bebida con el sabor del vino joven, suave y afrutado, aunque se nota diferencia con el vino con alcohol. No obstante, está desarrollando otras investigaciones para aumentar el contenido de polifenoles (los que dan la capacidad antioxidante) de las uvas de modo natural, aumentando los beneficios del vino y quitándole el alcohol. Tenemos el producto, pero se puede seguir mejorándolo, apunta. La primera partida estará en el mercado en junio. De momento, el vino se desalcoholiza en Alemania, y aquí se ajustan parámetros, lo embotellan y distribuyen. Para ello, utiliza tempranillo de La Mancha, que se ajusta mejor en precio y características. No obstante, en el futuro no descarta comercializar vino gallego sin alcohol y ofrecer su planta desalcoholizadora a bodegas, para que vendan su propia variedad desalcoholizada. Además, por el momento este producto no puede llamarse legalmente vino, sino que en su etiqueta trasera incluye la denominación de bebida a base de vino desalcoholizado. Sonia Pérez espera que, si crece el mercado y hay apoyo de bodegas, pueda ser reconocido como tal.
Raisin Dor incorporará su propio equipo de desalcoholización hacia final de año, en principio en Santiago (está compatibilizando su trabajo en otra empresa en Compostela con este proyecto), si bien su objetivo es trasladarlo a una nave en el Parque Tecnológico, ya que, como ourensana, desea que esta iniciativa crezca aquí.
Lo complicado es obtener financiación
Además del apoyo de la empresa en la que trabaja en Santiago, Sonia Pérez contó con ayuda de las universidades de Santiago y Vigo, así como la Misión Biológica de Galicia, entre otros. Esta emprendedora de 27 años sostiene que constituir la empresa no fue difícil. Lo complicado es obtener financiación, puntualiza. No obstante, su plan de empresa recibió el Premio Jóvenes Emprendedores Bancaja, y el segundo premio Ideas de la Fundación Una Galicia Moderna, que ayudaron a financiar el proyecto.
Sonia Pérez se muestra optimista sobre las posibilidades de este vino y ya tiene en mente el desarrollo de nuevos productos, aunque todavía están en fase inicial, entre ellos un vino energético (como un Red Bull pero sin alcohol, explica). Además, trabaja para demostrar científicamente las propiedades del vino para que en el futuro pueda incorporar la etiqueta de saludable, que debe otorgar la UE.