El nuevo trazado ferroviario permitirá al AVE alcanzar en Ourense los 240 kilómetros por hora, mientras que si se mantuviese la trama actual no podría superar los 80 o 90. Esto conllevará una reducción de tiempos: seis minutos desde Ourense a Madrid y 12 para trenes del resto de Galicia sin parada en la ciudad. No obstante, los autores de la propuesta inicial del trazado (defendida por la CEO), cuestionan las inconcrecciones sobre el soterramiento de la estación, al que Fomento no aludió en su información oficial.
El anunciado cambio de trazado ferroviario en la ciudad, para construir una vía nueva bordeando la zona urbana, permitirá un incremento de la velocidad, que se situará en niveles más adecuados a los requisitos de un AVE. Si bien Fomento no ha desvelado aún las características técnicas de su proyecto, los autores de la propuesta inicial (Xosé Carlos Fernández, junto a Manuel Rapela y Fernando Martínez Lamas) sostienen que podría situarse en 220 o 240 kilómetros por hora (la frenada para parar en la estación tendría que comenzar en el entorno de Velle). Pero de mantenerse la vía actual por zona urbana (que presenta numerosas curvas muy cerradas) no podría superar los 80 o 90 kilómetros por hora y debería frenar ya desde antes de Taboadela.
Este incremento de la velocidad se traducirá en una reducción del tiempo de viaje, que en el caso de Ourense será de seis minutos. El trayecto a Madrid se quedaría en una hora y 58 minutos. Pero los trenes que circulen directos desde A Coruña y Vigo (habrá varios servicios diarios que no pararán en Ourense o Zamora, al igual que ocurre actualmente en la línea a Sevilla y está previsto para la de Barcelona) el ahorro de tiempo será de 12 minutos. El viaje desde A Coruña quedaría en 2.32, y desde Vigo, en 2.34.
No obstante, los autores de la iniciativa mostraban ayer sus dudas por la falta de claridad sobre el soterramiento de la estación. Si no se soterra, no se gana espacio y no se podrán permeabilizar los barrios de A Ponte, sostienen, indicando que tampoco se podría considerar una de sus propuestas: la creación de una red de tranvía desde O Pino hasta el entorno del Polígono de San Cibrao (una de las opciones que se baraja para reconvertir el trazado actual, junto a la de crear una gran avenida para aligerar el tráfico). Para el tranvía, sería preciso soterrar el AVE, mientras el tranvía discurriría por superficie. Reacciones El cambio de trazado recibió una muy buena acogida en la CEO, institución que se hizo eco de la propuesta y la lanzó al debate público hace algo más de un año, aunque entonces había encontrado un frío recibimiento, particularmente de los políticos. Entendemos que es el que más beneficia al desarrollo urbano y al aprovechamiento de la infraestructura, señaló ayer al presidente de la CEO, Francisco Rodríguez, quien agradeció el apoyo de los colectivos profesionales que se adhirieron a la iniciativa y también el del alcalde. A pesar de las reticencias iniciales del entorno político, ha tenido la valentía de mostrarse flexible y asumir el compromiso de trasladar a fomento la necesidad de una solución, destacó.
También Ovidio Fernández Ojea, presidente de la Cámara de Comercio (institución que junto con la CEO constituyó una comisión en defensa del cambio de trazado), calificó la noticia de positiva, aunque recordó que ahora debe concretarse con su plasmación oficial y debe aclararse también si la estación va a ser soterrada o no. Ojea considera que el AVE debe llegar ahora en tiempo, pero ve muy difícil que se cumpla el plazo prometido de 2-.
También se pronunció ayer al respecto el responsable local del PP, Enrique Nóvoa, que consideró que la noticia es buena, pero advirtió un cierto tufo preelectoral. No quisiera que pase lo mismo que ocurrió con el Archivo y la Biblioteca de San Francisco. Hizo referencia a la necesidad de un compromiso presupuestario y de fijar los plazos: Tengo claro que si sigue el PSOE en el Gobierno central, no llega en 2-.
Este incremento de la velocidad se traducirá en una reducción del tiempo de viaje, que en el caso de Ourense será de seis minutos. El trayecto a Madrid se quedaría en una hora y 58 minutos. Pero los trenes que circulen directos desde A Coruña y Vigo (habrá varios servicios diarios que no pararán en Ourense o Zamora, al igual que ocurre actualmente en la línea a Sevilla y está previsto para la de Barcelona) el ahorro de tiempo será de 12 minutos. El viaje desde A Coruña quedaría en 2.32, y desde Vigo, en 2.34.
No obstante, los autores de la iniciativa mostraban ayer sus dudas por la falta de claridad sobre el soterramiento de la estación. Si no se soterra, no se gana espacio y no se podrán permeabilizar los barrios de A Ponte, sostienen, indicando que tampoco se podría considerar una de sus propuestas: la creación de una red de tranvía desde O Pino hasta el entorno del Polígono de San Cibrao (una de las opciones que se baraja para reconvertir el trazado actual, junto a la de crear una gran avenida para aligerar el tráfico). Para el tranvía, sería preciso soterrar el AVE, mientras el tranvía discurriría por superficie. Reacciones El cambio de trazado recibió una muy buena acogida en la CEO, institución que se hizo eco de la propuesta y la lanzó al debate público hace algo más de un año, aunque entonces había encontrado un frío recibimiento, particularmente de los políticos. Entendemos que es el que más beneficia al desarrollo urbano y al aprovechamiento de la infraestructura, señaló ayer al presidente de la CEO, Francisco Rodríguez, quien agradeció el apoyo de los colectivos profesionales que se adhirieron a la iniciativa y también el del alcalde. A pesar de las reticencias iniciales del entorno político, ha tenido la valentía de mostrarse flexible y asumir el compromiso de trasladar a fomento la necesidad de una solución, destacó.
También Ovidio Fernández Ojea, presidente de la Cámara de Comercio (institución que junto con la CEO constituyó una comisión en defensa del cambio de trazado), calificó la noticia de positiva, aunque recordó que ahora debe concretarse con su plasmación oficial y debe aclararse también si la estación va a ser soterrada o no. Ojea considera que el AVE debe llegar ahora en tiempo, pero ve muy difícil que se cumpla el plazo prometido de 2-.
También se pronunció ayer al respecto el responsable local del PP, Enrique Nóvoa, que consideró que la noticia es buena, pero advirtió un cierto tufo preelectoral. No quisiera que pase lo mismo que ocurrió con el Archivo y la Biblioteca de San Francisco. Hizo referencia a la necesidad de un compromiso presupuestario y de fijar los plazos: Tengo claro que si sigue el PSOE en el Gobierno central, no llega en 2-.
