Las empresas del polígono de San Cibrao generan, retiran y tratan casi 8.000 toneladas de residuos al año. Así lo refleja el estudio realizado por la Asociación de Empresarios del Polígono, que se ciñe al año pasado y que pretende visualizar el importante volumen de desechos que genera la actividad industrial, así como las actuales características del sistema individual de recogida. Estos últimos serían una 'solución temporal hasta que entren en servicio los tan necesitados centro verde y punto limpio'.
A raíz del estudio, la asociación concluye que es preciso 'la urgente entrada en servicio de una planta de gestión de residuos industriales en el propio polígono'. Y ello 'no sólo desde una perspectiva económica sino especialmente desde el enfoque medioambiental y desde el compromiso social'.
Así, en 2011, las empresas del área industrial generaron 7.730 toneladas, de las que el 21,1% (1.630 toneladas) eran residuos peligrosos. De hecho, el 70% de los negocios establecidos en esta área produce algún tipo de residuo peligroso y cuenta con un gestor autorizado (hay seis en total) para la recogida y posterior tratamiento. De este tipo de desechos, los que alcanzan un mayor volumen son los aceites usados, lodos (de separadores de agua y aceite, de pintura y barniz, con disolventes y otras sustancias peligrosas), absorbentes y materiales de filtración, hidróxido potásico y sódico, envases contaminados, aguas de cabina de pintura, baterías de plomo y polvo de lijado de pintura.
Entre los no peligrosos, los más habituales son el cartón y el papel (2.400 toneladas), la chatarra (2.200) y madera (1.500). Diariamente, estos datos se traducen en 92 metros cúbicos de cartón, 51 de papel, 45,5 de plásticos, 11,5 de madera, 10,5 de telas y 7,3 de chatarra, entre otros. A nivel mensual, los datos más significativos son 200 toneladas de chatarra, 126 de madera, 101 de cartón, 100 de papel, 65 de plásticos y 42 de telas. Sustancias variadas como aluminio, lodos, embalajes, vidrio o ceniza aportan otras 187 toneladas adicionales de media mensual.
Así, en 2011, las empresas del área industrial generaron 7.730 toneladas, de las que el 21,1% (1.630 toneladas) eran residuos peligrosos. De hecho, el 70% de los negocios establecidos en esta área produce algún tipo de residuo peligroso y cuenta con un gestor autorizado (hay seis en total) para la recogida y posterior tratamiento. De este tipo de desechos, los que alcanzan un mayor volumen son los aceites usados, lodos (de separadores de agua y aceite, de pintura y barniz, con disolventes y otras sustancias peligrosas), absorbentes y materiales de filtración, hidróxido potásico y sódico, envases contaminados, aguas de cabina de pintura, baterías de plomo y polvo de lijado de pintura.
Entre los no peligrosos, los más habituales son el cartón y el papel (2.400 toneladas), la chatarra (2.200) y madera (1.500). Diariamente, estos datos se traducen en 92 metros cúbicos de cartón, 51 de papel, 45,5 de plásticos, 11,5 de madera, 10,5 de telas y 7,3 de chatarra, entre otros. A nivel mensual, los datos más significativos son 200 toneladas de chatarra, 126 de madera, 101 de cartón, 100 de papel, 65 de plásticos y 42 de telas. Sustancias variadas como aluminio, lodos, embalajes, vidrio o ceniza aportan otras 187 toneladas adicionales de media mensual.
