Una familia con hijos de 4 y 5 años y con 426 euros de ingresos mensuales relata cómo es la vida de los ourensanos que viven en la 'pobreza energética'

'Encendemos la calefacción una hora o dos y sólo en días de mucho frío'

La mujer de J.M., acompañada de una trabajadora de Cruz Roja. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Un 38 %de las personas atendidas por Cruz Roja en la provincia-el año 2012 realizó un total de 43.776 servicios, según su Memoria- se enfrentan a la 'pobreza energética' durante este invierno, un porcentaje que se repite a nivel estatal. En Ourense se ha detectado un incremento notable de esta necesidad de dinero para sufragar los recibos de la luz 'en los dos o tres últimos años', según explica Ángela Ramallo, portavoz de Cruz Roja Ourense.
Según la Asociación de Ciencias Ambientales, el 15 por ciento de los hogares en España no puede mantener su casa en condiciones adecuadas de temperatura durante el invierno. En el caso de las familias atendidas por Cruz Roja, esta cifra se dispara hasta ese 38 por ciento, convirtiéndose en un problema de primera magnitud.

Estos son algunos de los preocupantes indicadores de la denominada 'pobreza energética', es decir, la incapacidad de un hogar de satisfacer una cantidad mínima de servicios de la energía para sus necesidades básicas, como mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud (18 a 20º centígrados en invierno y 25 centígrados en verano).

Entre las causas del agravamiento de la pobreza energética se encuentran 'el regreso de muchos hijos y nietos al hogar familiar, lo que implica que muchas personas mayores tienen que mantener a la familia con los ingresos de su jubilación y tienen problemas para afrontar gastos como el de la calefacción', señala Ramallo. También está entre las causas la disminución de ingresos del hogar (relacionado con factores como el desempleo), el encarecimiento de los precios de la energía, la antigüedad del parque de viviendas y la disminución de ayudas y subvenciones.

J.M., de 43 años, lleva en paro 'dos años y medio' y se ha quedado sin prestación desde marzo de 2013. Sobrevive con su mujer y dos hijos pequeños, de cinco y cuatro años, gracias 'a los 426 euros que cobra mi mujer', de los que 318 se van en el alquiler y a los que hay que añadir el resto de gastos (comida, agua o luz).

J.M. se apuntó a Cáritas, 'que nos ha estado ayudando con donaciones de alimentos'. En cuanto a las deudas con Fenosa, 'las hemos ido prorrateando, pero Cruz Roja ya nos tuvo que ayudar con la factura del mes pasado y la compañía nos avisa que nos cortará la electricidad el próximo 6 de marzo si no pagamos el resto de lo que debemos'.

Unas facturas eléctricas que esta familia lleva meses ajustando al máximo. 'No encendemos la calefacción más que una o dos horas, y eso los días de mucho frío y por los niños, hasta que la casa alcanza los 15 grados -la temperatura mínima ideal son los 18 o 20 en invierno-. Tanto yo como mi mujer aguantamos con varias prendas de ropa encima y mantas', explica J.M.

M.R.B., de 48 años, se quedó en paro y sin prestación desde abril de 2013. 'Mi marido también está en paro, pero cobra 429 euros, de los que más de 200 se van en el piso, y a esto se une el gasto de comunidad, comida, agua o luz', explica. Cruz Roja le sufragó el recibo del mes de octubre pasado (75 euros) 'y el siguiente lo pagamos nosotros gracias a la ayuda de emergencia municipal que nos fue concedida, pero ya tenemos otra factura pendiente de 140 euros a pagar antes de marzo'.

M.R.B. tiene un hijo de 18 años, que sigue estudiando, 'y una hija de 25 que acaba de quedarse en paro también'. Una situación límite que, 'a la espera de un trabajo, que es lo que deseamos', sólo es posible sobrellevar 'con las ayudas de Cruz Roja, Cáritas y mis padres, que nos dan algún producto de la huerta', señala.

Ahora, con la bajada de las temperaturas, se complica aún más esta situación y su impacto en la salud de las personas ya que el frío y la humedad permanente en un hogar pueden llevar a serios problemas respiratorios como asma, bronquitis, etc.

Además, estas condiciones constituyen una de las causas del aumento de la mortalidad causada por enfermedades cardiovasculares y respiratorias entre personas mayores de 60 años durante los meses de invierno.

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