Un conductor fue juzgado ayer en el Penal número 1 de Ourense acusado de un presunto delito de conducción temeraria o, alternativamente, de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
Los hechos que la fiscal atribuye a Arturo R.M. ocurrieron en abril de 2006 cuando el acusado circulaba por la avenida de La Habana de la ciudad conduciendo un vehículo que carecía de seguro obligatorio.
Según la acusación pública, circulaba a gran velocidad, perdiendo el control a la altura de la calle Cardenal Quevedo debido a un cambio de rasante, dejando impresas unas huellas en el asfalto de 38 metros. Supuestamente bajaba dando bandazos, poniendo a dos peatones en riesgo de ser atropellados. Finalmente no fueron alcanzados por el vehículo al chocar éste con el bordillo de la acera y salir despedido hacia la izquierda, donde impactó con la fachada de un edificio, hasta que chocó con el poste de la red semafórica existente entre la avenida de La Habana y Curros Enríquez, derribándolo. La prueba de la alcoholemia del acusado dio 0,48 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.
La pena Por estos hechos, la fiscal reclama un año de prisión para el acusado y dos años y medio de privación del carné. Si finalmente la jueza considera que es un delito de conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, solicita una pena de multa de 1.800 euros. En ambos casos solicita también que indemnice al Concello en 1.100 euros por el poste semafórico y a la comunidad de vecinos del edificio afectado, en 1.012 euros.
Según la acusación pública, circulaba a gran velocidad, perdiendo el control a la altura de la calle Cardenal Quevedo debido a un cambio de rasante, dejando impresas unas huellas en el asfalto de 38 metros. Supuestamente bajaba dando bandazos, poniendo a dos peatones en riesgo de ser atropellados. Finalmente no fueron alcanzados por el vehículo al chocar éste con el bordillo de la acera y salir despedido hacia la izquierda, donde impactó con la fachada de un edificio, hasta que chocó con el poste de la red semafórica existente entre la avenida de La Habana y Curros Enríquez, derribándolo. La prueba de la alcoholemia del acusado dio 0,48 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.
La pena Por estos hechos, la fiscal reclama un año de prisión para el acusado y dos años y medio de privación del carné. Si finalmente la jueza considera que es un delito de conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, solicita una pena de multa de 1.800 euros. En ambos casos solicita también que indemnice al Concello en 1.100 euros por el poste semafórico y a la comunidad de vecinos del edificio afectado, en 1.012 euros.
