PATRIMONIO ARTÍSTICO

El entorno de la Catedral lamenta el efecto del andamio

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photo_camera El andamiaje convive con la terraza y la vida comercial de los negocios contiguos. (FOTOS: JOSÉ PAZ)

La empresa que iba a realizar las obras dice desconocer por qué la Xunta rescinde el contrato 

La quietud prosigue en la fachada norte de la Catedral. Las intensas lluvias registradas ayer en la ciudad empaparon los andamios y la tela metálica que los recubre, en un día más de inactividad en la obra de rehabilitación de la portada del templo, cuyo inicio no llegó a producirse.

La razón de esta paralización es la rescisión del contrato que convertía a Restaurolid Ibérica en adjudicataria del proyecto. Tal como confirmaron ambas partes, la Consellería de Educación y la empresa vallisoletana se encuentran todavía en conversaciones para efectuar la resolución contractual. Mariano Nieto, responsable de la compañía de conservación y restauración, avanzó que "ni yo mismo conozco los motivos", pero declinó valorar esta medida de la Xunta "hasta que el contrato esté resuelto".

Si alguien conoce de sobra las consecuencias de esta paralización son los comerciantes de la calle Juan de Austria cuyos establecimientos están contiguos a los andamios. Todos ellos recuerdan con precisión cuándo se colocó esta estructura y a ninguno le consta movimiento alguno en esta obra fantasma.

"Es un horror para el público", lamentan desde la Tenda Santórum, el local más próximo a las obras. Y es que el efecto disuasorio de la estructura sobre los visitantes ha sido constante desde que la fachada está recubierta por los hierros y la tela azul. Desde la cafetería Tixola matizan que la estructura "no afecta a nuestra terraza", pero recalcan que un andamio de 30 metros de altura "no puede estar descuidado" al lado del velador. "Todos los turistas que vinieron este verano notaron una decepción tremenda", reconocen.

La paragüería y cuchillería Benito también ha informado a varios visitantes a lo largo de los últimos meses. "Ven la puerta así, piensan que la Catedral está en obras y dan la vuelta", cuentan desde este negocio, añadiendo que "ya hemos dicho a muchos turistas que hay otra puerta al otro lado". La imagen "deplorable" esta fachada, sostienen, "echa a perder uno de los pocos atractivos que tiene el casco urbano, y eso es una pena".

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