'En España se puede matar a alguien por 6.000 euros'

La contratación de una persona en calidad de sicario para dar muerte a alguien no es una fórmula tan disparatada como a priori pudiera parecer en estas latitudes.
Así lo confirmó ayer el agente que dirigió la investigación para esclarecer el crimen que le costó la vida a Bernardino Pousa en 2011. 'Por 6.000 euros sí se puede conseguir matar a alguien en España, lo mismo que con 100 euros se conseguiría en Venezuela', dijo.

Precisamente, los investigadores creen que los 6.800 euros que, por medio de cinco pagos, se le abonaron a Ilidio Magalhaes justifican la tesis de que fue contratado para asesinar y no para dar un susto o un escarmiento, tal como sostuvo Alberto Vázquez el primer día del juicio. 'La cuantía que Ilidio le pide a Alberto no justifica una paliza pero sí una muerte', aseguró la Guardia Civil.
Ello unido al hecho de que, según expuso, el pretendido 'susto' no iba a proporcionarles ningún beneficio a la familia 'porque Bernardino quería marcharse y lo más convincente era sacarlo de en medio porque era lo que más les beneficiaba' (en relación al divorcio).

En el caso del crimen de Verín, el supuesto sicario confesó al tribunal popular que lo juzga que pidió en un primer momento 5.000 euros por el trabajo, un dinero que, según la Guardia Civil, pareció 'excesivo' a Dolores Álvarez, quien era la que disponía de dinero. Pero Magalhaes cobró finalmente 6.800 euros. En las cuatro tentativas previas entre julio y agosto, aunque no ejecutó el trabajo, reclamó distintos pagos (dice que hubo tres de 500 euros y uno más de 300).

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