El Estado solo ejecuta uno de cada tres euros que consigna a Ourense

El Gobierno central ha vuelto a poner sobre la mesa un año más su apuesta inversora en Ourense con la presentación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023, un documento en el que se recogen las principales partidas para infraestructuras y que suele centrar el debate político durante varias semanas. Sin embargo, más allá de lo que pueda sostener el papel en estos momentos, que los partidos suelen aprovechar para intercambiar valoraciones totalmente opuestas, está lo que llega posteriormente a buen puerto y se convierte en realidad, dejando unas cifras que están demasiado lejos de las expectativas generadas inicialmente. Así, analizando las consignaciones presupuestarias en el capítulo de inversiones desde 2012 hasta 2022 y cruzando esos datos con las obras sacadas a concurso en el mismo período, se concluye que el Estado solo ejecuta (entre 2012 y 2018 con el PP al frente y desde entonces con PSOE y Unidas Podemos) uno de cada tres euros que pensaba gastar. Las cifras hablan por sí solas. Desde hace una década, aparecieron en partidas como la de la línea de alta velocidad, los tramos de las fallidas autovías u obras como el Arqueolóxico, entre muchas otras, un total de 4.579 millones consignados para Ourense, pero los datos recopilados de licitación por la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) reflejan que solo salieron a concurso 1.571 millones. En este período, los ejercicios más positivos fueron los de 2012 y 2021, con licitaciones más voluminosas que la cantidad que reflejaban las cuentas estatales. Hace 10 años, salieron a concurso proyectos por 992 millones, cantidad necesaria para la gran obra del AVE, cuando en las cuentas aparecían 758, mientras que hace un año, salieron a concurso proyectos por 187 millones cuando estaban consignados 123. Mientras, en los ejercicios restantes, llama la atención el lustro 2013-2017 (que coincidió con la paralización de la alta velocidad), cuando los presupuestos destinaron casi 3.100 millones y apenas se licitaron 122. El peor año para la inversión estatal fue el de 2020, tras dos ejercicios con las cuentas prorrogadas, cuando apenas se desbloquearon obras estatales por 9,6 millones.