Pese al envejecimiento de la población, la provincia presenta una estancia media de hospitalización menor al promedio nacional, según los datos extraídos de la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria. En el área sanitaria, los ingresos duran una media de 8,24 días, mientras que en el conjunto del país la cifra aumenta hasta los 8,32. En la última década, la provincia redujo el tiempo de hospitalización y mejoró la gestión de pacientes: en 2011, la estancia media se situaba en los 8,42 (0,20 más que en 2021).
El tiempo de ingreso varía en función de la patología del paciente, así como de las posibilidades de atención sanitaria en la vivienda -en los últimos años, el área sanitaria ha apostado por reforzar los equipos de hospitalización a domicilio-. Según los datos recogidos por el INE, las enfermedades que provocan menos días de ingreso son las intervenciones por cataratas, las lesiones de rodilla, los abortos (espontáneos o inducidos) o las patologías relacionadas con las amígdalas.
Por su parte, la enfermedad que provoca más días de ingresos es el melanoma (tipo de cáncer de piel), que puede llegar a los 19,94 días. Los nacimientos prematuros también suelen provocar largas estancias -en este caso, del bebé-, que duran una media de 18,25 días. Los trastornos psiquiátricos del humor (sobre todo, episodios de tipo depresivo) también conllevan hospitalizaciones más amplias para los pacientes, con un promedio de 17,99 días. El VIH, la tuberculosis, el cáncer de colon, los trastornos esquizofrénicos, las fracturas de piernas y el covid completan el listado de las patologías que mayor estancia sanitaria provocan.
Enfermedades más comunes
La encuesta de Morbilidad Hospitalaria también muestra cuáles son las enfermedades más comunes entre los ourensanos ingresados, al margen de la estancia media. Las patologías del sistema circulatorio (insuficiencia cardíaca, hipertensión, ataque cardíaco, entre otros) son las más habituales, seguidas de las de tipo respiratorio (como la bronquitis, la neumonía o el asma). El cáncer es la tercera razón de hospitalización más habitual entre la población.
