El problema de los estorninos vuelve a Ourense. La plaga de estas aves que asoló la ciudad durante el verano pasado - y que el alcalde aseguró en repetidas ocasiones que estaba solucionado - vuelve a poner a los vecinos del parque de San Lázaro en pie de guerra por todas las situaciones de incomodidad que la sobreabundancia de estas aves generan en la ciudad, concentrándose sobre todo en el céntrico espacio público y sobre las ocho y media hasta las once de la noche.
Los vecinos y viandantes que se dejan caer por la zona a esas horas de la tarde tienen opiniones variadas sobre esta problemática que ya se puede considerar recurrente en la zona. Estas opiniones van desde la indiferencia hasta la más absoluta indignación.
Casemiro cree que la situación ha mejorado, ya que, “antes era imposible transitar pola zona dos Remedios, resultaba perigoso ata pasar co coche por aquí nalgúns días de choiva e moita suciedade”. Sin embargo, ahora piensa que la situación, sin ser la ideal, “mellorou bastante”. En esa misma línea se sitúa Rosa, que cree que la situación también ha mejorado respecto del verano de 2020, argumentando que “por lo menos ahora se ve todo un poco más limpio”.
El ruido y la suciedad son las consecuencias de la plaga de estas aves que invaden el céntrico espacio público
INDIGNACIÓN VECINAL
Como contraposición a estas posturas, Olga, una vecina del parque, cree que la situación, pese a que “haya mejorado un poco”, sigue siendo insostenible. “El ruido y la suciedad que generan es inaceptable. Por mucho que se esfuercen los barrenderos es imposible limpiar tanta porquería”. Otra vecina, Rosa, afirma que “no se puede ni sacar a pasear al perro a esas horas por el mal olor. Además, mi perro se vuelve loco persiguiendo a los pájaros”.
Carlos, por su parte, añade a estos problemas que “no podemos estar así año sí y año también”. Cree que las soluciones que aporta el Concello no son suficientes y que “solucionan el problema un tiempo, es verdad, pero estamos exactamente igual que el verano pasado y no puede ser”.
Pero la vecina más crítica es María Jesús. “Al anochecer miles de estorninos sobrevuelan el parque, se posan en los árboles y los edificios y terminan durmiendo ahí para irse por la mañana”, argumenta. Sus quejas se extienden también al ruido “hasta el punto de no poder tener las ventanas abiertas, con el agravante de temer que un día se nos metan en casa”.
Denuncia la inacción del Concello frente a este problema, ya que asegura haber llamado “numerosas veces” y siempre ha recibido respuestas esquivas como “tomamos nota” o “damos parte”. “El año pasado ya pasó lo mismo, pero enviaron una empresa que consiguió que se fueran la mayoría, aunque no todos; pero han vuelto y cada vez son más”, se queja María Jesús. Además, denuncia el mal olor y la suciedad que estas aves generan en pleno centro de la ciudad.
Este problema vuelve a Ourense después de que el alcalde haya alardeado varias veces de terminar con este problema que vuelve a tener a los vecinos del parque de San Lázaro en pie de guerra.
