CRÓNICA

Vuelve el águila Harris, ahora rumbo a San Lázaro

Zonas del parque salpicadas por los excrementos de los estorninos (ÓSCAR PINAL).
photo_camera Zonas del parque salpicadas por los excrementos de los estorninos (ÓSCAR PINAL).
"La verdad es que es un asco, venimos a pasear y está todo perdido. el ruido es infernal y está todo lleno de excrementos", aseguran los vecinos

Los estorninos asentados en las inmediaciones del parque de San Lázaro parecen tener las horas contadas. En un nuevo capítulo de esta historia, y tras forzar el desalojo de los Remedios que terminó llevándolos aún más al centro, ahora el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, anunció ayer en sus redes sociales la vuelta al servicio del águila Harris, tras contar con el visto bueno de la Dirección Xeral do Servizo de Patrimonio Natural da Xunta de Galicia: "El águila Harris estará esta noche en la ciudad, para una nueva batalla". 

Estas aves rapaces, que ya en septiembre del año pasado expulsaron en un primer momento a las bandadas de estorninos de Os Remedios, vuelven ahora al parque de San Lázaro para solucionar "un problema que llevaba en Ourense más de dos décadas", señalaba Jácome.

Desespero vecinal

Quienes viven cerca del parque tienen su propia opinión sobre las complicaciones que ocasionan las bandadas de estos pájaros migratorios, que llegan hasta la completa indignación.

"La verdad es que esto sucede todos los días. Los estorninos vienen de noche y están hasta la mañana, y esto está que da asco", declaraba Cristian, un vecino de la zona que, pese a reconocer que cada día servicios de limpieza municipal se encargan de adecentar el parque cada día, el ruido que producen las aves y la sensación de intranquilidad asociada no se van tan fácilmente: "Vas pisando con cuidado, y estás pensando constantemente en qué momento te defecarán en la cabeza. Encima cuando sacas al perro por la mañana se vuelve loco por el olor de las heces, y tengo que controlarlo para que no se escape a perseguir a las aves".

Ana, otra vecina, pasea a su perro mientras pone de manifiesto la delicada situación que atraviesan, pidiendo soluciones a un problema que se alarga en el tiempo: "La verdad es que es un asco. Nosotros venimos por la noche a pasear y a sacar al perro, y está todo perdido. El ruido es infernal y está todo lleno de excrementos. Cualquiera que pase cerca a esas horas comprobará que todo esto está sucio. A mí los animales me gustan pero hay cosas que no se pueden aguantar, sobre todo por el tema higiénico actual. Te puede caer alguna en cualquier momento, y no sería la primera vez que pasa".

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