El abogado de Raúl Jiménez Salazar, exdirigente de la asociación gitana 'Chanela' y de la Federación Gallega de Asociaciones Gitanas, condenado por un delito de amenazas condicionales a una trabajadora social del Concello de Ourense, alegó ayer en la vista de apelación en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que su cliente es 'semianalfabeto' . Por ello, según su argumentación, no pudo escribir mensajes amenazadores a la que había sido su compañera de trabajo e incluso amiga.
La Audiencia provincial de Ourense lo condenó a 26 meses de cárcel y al pago de una indemnización de 3.500 euros por los daños morales ocasionados a la víctima y la prohibición de acercarse a ella o a su familia, después de que un jurado popular considerase probados los hechos por los que estaba acusado.
Así, la sentencia consideró probado que, entre los días 9 y 11 de agosto de 2009, el acusado, con 'el ánimo de conseguir un fácil enriquecimiento', envió varios mensajes por móvil a la trabajadora social y a su esposo exigiéndoles, bajo amenazas, la entrega de 6.000 euros.
El acusado fue detenido por la Policía cuando se dirigía a recoger esta suma de dinero en una papelera de Pereiro de Aguiar. En el juicio, celebrado en noviembre de 2011, Raúl Jiménez argumentó que él también había sido víctima de una extorsión, dado que dos rumanos le habían encargado que recogiese el dinero y que harían daño a su familia de no hacerlo.
Esta tesis es la que ha mantenido de nuevo su letrado en la vista de apelación ante el TSXG para negar que su cliente fuese autor del delito de amenazas. 'Desde el principio manifestó que había sido requerido por unos rumanos', adujo el letrado, quien únicamente ha considerado 'innegable' la presencia del acusado en el lugar donde estaba el dinero.
Asimismo, ha incidido en la pericial caligráfica aportada en el juicio 'en la que dice que a Raúl le cuesta escribir su nombre y tiene serias dificultades para escribir un texto', concluyó. Este ha sido, durante la vista de apelación, el principal argumento de su recurso, que su cliente no pudo escribir unos mensajes que ha atribuido 'a una persona que maneja perfectamente el lenguaje', dijo.
El fallo que ya condenó a Jiménez Salazar concluyó que el hecho de ser sorprendido en el lugar pactado para la entrega del dinero y la nula verosimilitud de la coartada que ofreció, determinaron que el jurado entendiera acreditada, 'por unanimidad', la autoría del delito por parte del procesado; rechazando de 'los cuestionamientos de la defensa'.
EL CASO: LA PENA RECURRIDA
26 meses de cárcel
La Audiencia de Ourense condenó al exdirigente gitano, en virtud del veredicto de culpabilidad de un jurado popular, a 26 meses de cárcel al considerarlo autor de un delito de amenazas condicionales.
3.500 euros
El fallo judicial que lo condenó, ahora recurrido ante el TSXG, lo obliga a pagar, además, 3.500 euros a la víctima de la extorsión.
Así, la sentencia consideró probado que, entre los días 9 y 11 de agosto de 2009, el acusado, con 'el ánimo de conseguir un fácil enriquecimiento', envió varios mensajes por móvil a la trabajadora social y a su esposo exigiéndoles, bajo amenazas, la entrega de 6.000 euros.
El acusado fue detenido por la Policía cuando se dirigía a recoger esta suma de dinero en una papelera de Pereiro de Aguiar. En el juicio, celebrado en noviembre de 2011, Raúl Jiménez argumentó que él también había sido víctima de una extorsión, dado que dos rumanos le habían encargado que recogiese el dinero y que harían daño a su familia de no hacerlo.
Esta tesis es la que ha mantenido de nuevo su letrado en la vista de apelación ante el TSXG para negar que su cliente fuese autor del delito de amenazas. 'Desde el principio manifestó que había sido requerido por unos rumanos', adujo el letrado, quien únicamente ha considerado 'innegable' la presencia del acusado en el lugar donde estaba el dinero.
Asimismo, ha incidido en la pericial caligráfica aportada en el juicio 'en la que dice que a Raúl le cuesta escribir su nombre y tiene serias dificultades para escribir un texto', concluyó. Este ha sido, durante la vista de apelación, el principal argumento de su recurso, que su cliente no pudo escribir unos mensajes que ha atribuido 'a una persona que maneja perfectamente el lenguaje', dijo.
El fallo que ya condenó a Jiménez Salazar concluyó que el hecho de ser sorprendido en el lugar pactado para la entrega del dinero y la nula verosimilitud de la coartada que ofreció, determinaron que el jurado entendiera acreditada, 'por unanimidad', la autoría del delito por parte del procesado; rechazando de 'los cuestionamientos de la defensa'.
EL CASO: LA PENA RECURRIDA
26 meses de cárcel
La Audiencia de Ourense condenó al exdirigente gitano, en virtud del veredicto de culpabilidad de un jurado popular, a 26 meses de cárcel al considerarlo autor de un delito de amenazas condicionales.
3.500 euros
El fallo judicial que lo condenó, ahora recurrido ante el TSXG, lo obliga a pagar, además, 3.500 euros a la víctima de la extorsión.
