La fiscal rebajó la petición a un año de cárcel porque reintegró el dinero a la Fundación Gómez Vila

El expárroco de Molgas acepta una condena por apropiación

José Manuel Sobrino. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
El veterano párroco de Baños de Molgas José Manuel Sobrino Fernández entona el mea culpa y reconoce que administró de forma fraudulenta los fondos de la Fundación Gómez Vila, para la atención de ancianos inválidos y necesitados, en la etapa en la que presidió su patronato, entre julio de 2002 y noviembre de 2007.
El acto de contrición, con devolución del dinero malversado -54.998,85 euros-, equivalente a una circunstancia atenuante de la responsabilidad criminal en el argot jurídico, le ha valido una rebaja de la pena por parte del ministerio público en el proceso abierto a raíz de la querella que presentó la fiscalía tras investigar la documentación que le hizo llegar un nuevo patronato en 2009.

Por todo ello, la Audiencia provincial, tras la calificación conformada con la fiscalía, que deberá ser ratificada el día 8, dictará una sentencia condenatoria en la que impondrá al sacerdote las penas de un año de cárcel y seis meses de multa (cinco euros al día) por un delito societario por administración desleal, en concurso con otro de apropiación indebida. El fallo no exige responsabilidad civil al cura en tanto que ya fue reparado el perjuicio causado.

La Fundación Gómez Vila, una entidad sin ánimo de lucro, nació con el patrimonio que donó una familia sin descendencia de Baños de Molgas para construir un geriátrico y contribuir al cuidado de los mayores. En la fecha de su constitución, contaba con 60.000 euros en metálico y 23 bienes inmuebles. Por imperativo legal, el patronato que Sobrino Fernández presidía debía haber realizado un inventario, un diario de actas así como un balance y memoria con su correspondiente presupuesto y liquidación.

El acusado, consciente de las obligaciones de su cargo y con manifiesta intención de incumplirlas, no solicitó la legalización de los libros ante la Consellería de Traballo. Asimismo, obvió la rendición de cuentas en los ejercicios correspondientes a los años 2002, 2003 y 2005. Sí la realizó, pero de forma parcial, en 2006 y 2007, llevando, a la par, una contabilidad irreal de los bienes de la fundación.

Pero, al margen de la opacidad del contenido patrimonial de la entidad, el inculpado realizó disposiciones de dinero a favor de otras personas. Una veces sin justificación y otras de forma innecesaria (por ejemplo, la contratación de una limpiadora o un donativo para una granja) porque su destino se alejaba de los objetivos de la fundación: fines asistenciales, educativos, formativos o de sensibilización de la comunidad.

También aparecen disposiciones de inmuebles -ventas y permutas- sin que se cumpliesen las formalidades exigidas por la ley. Según estableció la fiscal del caso, no fue peritado el valor a la hora de fijar el precio.

La investigación corroboró traspasos de dinero desde la cuenta bancaria de la fundación a la suya personal al margen de los fines encomendados al patronato.

En la fase de instrucción, el sacerdote llegó a justificar 24.000 euros en misas oficiadas durante dos años, lo que supondría que tendría que haber celebrado 3.500 actos litúrgicos, algo que no ocurrió a tenor de la versión que sostuvieron los vecinos.

Actualmente, el inculpado está al frente de cuatro parroquias de Baños de Molgas: San Esteban de Ambía, Guamil, Almoite y Presqueira.

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