La detonación de tres artefactos explosivos de baja potencia, que estallaron en el centro de la ciudad durante la madrugada de ayer, movilizó un amplio dispositivo policial hasta las inmediaciones del número 11 de la calle Progreso, en el barrio de O Posío, donde tuvo lugar el suceso, en una oficina del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe).
La voz de alarma por este incidente, que sólo causó daños materiales de escasa entidad, saltó a las 2,14 horas, cuando la Policía Local de Ourense fue alertada por el servicio de emergencias 112 de 'una posible explosión' en el lugar. Entonces, según fuentes del Cuerpo de agentes locales, se trasladaron a la zona del incidente tres patrullas, constatando que los dispositivos habían sido detonados en una ventana de las oficinas que el Sepe tiene en Progreso, en los alrededores del Jardín de O Posío.
Los efectivos policiales, tras comprobar que los artefactos -que estaban compuestos por tres botes de spray con detonantes pirotécnicos adosados- no habían llegado a romper la cristalera de las oficinas, aunque sí dañaron el marco, acordonaron la zona y dieron aviso a la Policía Nacional. Al lugar acudieron también agentes de este último cuerpo policial, así como varios efectivos de los Tedax (técnicos especialista en desactivación de artefactos explosivos), adscritos a la Policía Nacional y procedentes de Vigo.
Durante más de una hora, hasta pasadas las 3,30de la madrugada, agentes nacionales e investigadores rastrearon el entorno en busca de indicios que permitiesen esclarecer la autoría del suceso. Por su parte, la Policía Local montó un operativo para localizar a los posibles autores de la colocación de los artefactos que, en la tarde de ayer aún no había dado resultados. El subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, lamentó que 'en un país democrático se produzcan hechos así' y destacó que 'no hubo desgracias personales'. Desde la Policía Nacional indicaron, por último, que, por su modus operandi, los responsables del suceso 'no son expertos'.
Los efectivos policiales, tras comprobar que los artefactos -que estaban compuestos por tres botes de spray con detonantes pirotécnicos adosados- no habían llegado a romper la cristalera de las oficinas, aunque sí dañaron el marco, acordonaron la zona y dieron aviso a la Policía Nacional. Al lugar acudieron también agentes de este último cuerpo policial, así como varios efectivos de los Tedax (técnicos especialista en desactivación de artefactos explosivos), adscritos a la Policía Nacional y procedentes de Vigo.
Durante más de una hora, hasta pasadas las 3,30de la madrugada, agentes nacionales e investigadores rastrearon el entorno en busca de indicios que permitiesen esclarecer la autoría del suceso. Por su parte, la Policía Local montó un operativo para localizar a los posibles autores de la colocación de los artefactos que, en la tarde de ayer aún no había dado resultados. El subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, lamentó que 'en un país democrático se produzcan hechos así' y destacó que 'no hubo desgracias personales'. Desde la Policía Nacional indicaron, por último, que, por su modus operandi, los responsables del suceso 'no son expertos'.