El balance del primer semestre del año muestra un empeoramiento generalizado del empleo y el consumo en la provincia

La exportación es el único indicador que mejora en el contexto de la crisis

Los indicadores económicos relativos al primer semestre del año en la provincia constatan la impresión generalizada de un agravamiento de la crisis económica. Tanto los datos sociolaborales como los de consumo dan fe de este empeoramiento, con sólo una excepción: el comercio exterior.
Así, al cierre del primer semestre del año se contabilizaban las oficinas del Servicio Público de Empleo (Sepe) de Ourense un total de 29.667 parados, casi 4.000 más que en el mismo mes del año anterior. En paralelo, la Seguridad Social perdió más de 4.600 cotizantes, quedándose en 100.264 en junio, la cifra más baja en este mes desde hacía una década.

El empeoramiento de la situación laboral eleva la cifra de trabajadores afectados por regulaciones de empleo: 785 en los seis primeros meses del año, frente a los 281 del mismo periodo del año pasado. En concreto, se han disparado los casos de suspensión temporal de contrato, aunque también han crecido los expedientes de reducción de jornada y extinción de empleo.

Igualmente, los trabajadores indemnizados por el Fogasa ascienden a 1.073, cifra que casi duplica a la del primer semestre de 2011. Este organismo abona los salarios a empleados de empresas que quiebran, que fueron 335 en los seis primeros meses de 2012 (frente a 301 en el mismo periodo de 2011).

Mientras, las empresas que declaran concurso de acreedores no se reduce: 18 en la primera mitad de 2012, al igual que en 2011.

Mientras, el nivel de impagos -contabilizado a través de letras o pagarés- se ha disparado un punto este año, alcanzando el 4,3%.

Así las cosas, se reduce la cifra de personas que piensa en adquirir una vivienda. En concreto, las compraventas de residencias en el primer semestre del año se redujeron a 879, cifra que representa un descenso del 26% respecto al mismo periodo. De modo paralelo, la constitución de hipotecas se ha reducido y las que se formalizan lo hacen por un importe más bajo (una media de 85.000 euros, frente a los 100.000 del año pasado).

En este contexto de contención de las ventas, también se paraliza la construcción. Los visados emitidos para dirección de obra nueva -dato disponible hasta el mes de mayo- se limitan a 44 viviendas, cifra aún inferior a las 61 iniciadas en el mismo periodo de 2011. El sector de la construcción tampoco encuentra alivio en la obra pública, pues sólo se licitaron contratos por 10 millones de euros en el primer semestre del año (descontando las obras del AVE).

Otro indicador de consumo, la venta de vehículos, sufre la crisis con un descenso del 20% en las ventas, limitándose a 1.587 unidades en la primera mitad del año.

No obstante, el comercio exterior constituye el único indicador que mejora resultados este año en comparación con el pasado, ya que las empresas acuden al mercado extranjero ante la parálisis del nacional. Según los datos disponibles hasta mayo, las empresas ourensanas han exportado productos por 279 millones de euros, un 5% más que el mismo periodo de 2011. En todo caso, tampoco han descuidado las importaciones, que subieron un 9%, hasta 192 millones. Además, el saldo provincial es positivo, ya que se vende fuera más de lo que se compra.

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