Andriy Berkita aceptó un pena de un año y un día de cárcel, además de un mes multa (cinco euros diarios) por un delito de atentado y una falta de lesiones. Esta pena supondrá, además, su expulsión del país.
El inculpado el dos de enero de 2011 insultó a los policías que procedían a retirar su coche mal aparcado en la ciudad. También se negó a identificarse y mordió a uno de los agentes cuando era trasladado a dependencias policiales mientras que a otro intentó darle patadas.
